Sesshin Granada, 1996, 10-11 Marzo (II)

 
Segundo día, siete y media de la mañana

No pongáis las manos en gassho durante zazen. Zazen no es una oración. Zazen no se apoya en nada. No hay apoyos para el cuerpo, no hay apoyos para la mente. Empujad el cielo con la cabeza, la tierra con las rodillas.

Zazen no dura mucho, tened paciencia, un poco más.

Dogen dice: "Hoy estamos llenos de sangre roja, mañana estaremos muertos."

Por eso, cuando en el dojo oímos la voz del valle, ello debe recordarnos la urgencia de la postura. Meted la barbilla, estirad la nuca, los riñones, la postura de las manos, de los ojos, de la lengua contra el paladar.

El canto del río, la voz del valle, es como un eko infinito en el que todos los nombres de los budas y de los patriarcas se cantan desde siempre, sin pensar, sin comprender, naturalmente, inconscientemente, automáticamente.

Diez y media de la mañana

No crispéis los hombros al recibir el kyosaku. Relajadlos. si os crispáis os dolerá.

Hay que cuidar el rakusu y el kesa. No cuidar el rakusu o el kesa es no cuidar de uno mismo.

Un día y medio es muy corto, pero, para atravesar la Puerta del Dragón, basta con un sólo instante.

Yoka se quedó sólo una noche en casa del sexto patriarca. Tuvo un mondo con él. Al final Yoka le dijo: "Adiós y muchas gracias". "Pero, ¿no te vas demasiado deprisa?", preguntó Eno, "puesto que te has nmolestado en venir, a pesar de que yo no tenga nada, quédate por lo menos una noche."

Al cabo de un día y medio ¿qué queda? ¿qué habéis obtenido?

A contrario, os marcháis más ligeros. En general, cuando uno paga quiere marcharse más cargado. en una sesshin ocurre lo contrario. Uno paga para perder. Nos quedamos aquí día y medio para estar más ligeros.

Yoka se quedó una noche con el sexto patriarca. Permanecer una noche, eso es la transmisión.

En algunas religiones se necesita aprender muchas cosas, comprar muchos libros, conocer muchos sutras. En otars, creer es lo más importante. En otras, los ritos, los deberes, las reglas son importantes. Salvarse uno mismo o salvar a toda la humanidad. En última instancia son categorías de nuestra propia conciencia.

Yoka era muy, muy, muy inteligente. Pronunció la última paabra en el mondo con Eno. Pero la última enseñanza de Eno es lo más importante: "A pesar de que yo no tenga nada, por favor, quédate al menos una noche."

A pesar de que no obtengáis nada, por favor, tened paciencia hasta el final del zazen

Antes del zazen la "campanita" me ha dicho: "No hables demasiado, no nos quedan flios para tomar notas." Creo que ha escondido algunos folios para que el zazen no sea demasiado largo.

Un día un monje recibió a un visitante de categoría. Se prepara para ofrecerle té y pastas, en ese momento se da cuenta de que no tiene ni té ni pastas.

Dice al visitante: "Perdónme, pero no tengo nada. ¿Quiere usted compartir esta nada conmigo?" El visitante quedó completamente impresionado. Si habéis venido para obtener algo, os habéis equivocado de dirección. Aquí no podéis obtener nada, esa nada no es cuantificable y, sin embargo, esa nada es lo más precioso que existe.

Evidentemente, nos duelen un poco las piernas, los hombros. Pero después de la sesshin, ¿qué queda? ¿de qué nos acordamos.

Sin duda no del dolor de hombros. Sólo queda kishin, el gozo de zazen.

Dogen decía: "No temer a las nubs ni a los dragones, es el coraje del pescador. No temer a los tigres ni a los leones, es el coraje del cazador. No temer la espada afilada sobre el corazón, es el coraje del soldado. Ahora, ¿cuá esel coraje del monje zen? Ir al dojo, no moverse, destapar los cuencos, lavarse. Todo esto exalta las fosas nasales del monje e ilumina las niñas de sus ojos."

Estirad la nuca

"A pesar de que yo no tenga nada, por favor, permaneced al menos un instante." Este instante en esta conciencia, ya no queda ada. Sin noúmeno. Este tiempo se convierte en la existencia misma, el tiempo que es.

"Quédate al menos una noche." es shikantaza. La práctica de instante en instante. Quedaos al menos un instante.

Con este zazen, el cuerpo, el espíritu pueden estar en unidad y también los demás y yo mismo.

Incluso explicándolo, incluso hablando de ello, al final no puede ser apreciado, estimado. Al final sólo nos queda la voz del valle, ruidosa y al mismo tiempo silenciosa, como un movimiento inmóvil.

Mondo
Hay tres partes en el budismo: la moral, la sabiduría y la concentración. Esta parte, la concentración, ¿es sólo concentración?
No, en absoluto. No tenéis que estar dividiendo siempre. El budismo no se puede trocear. El budismo hinayana, el theravada, siempre separan, discuten. Buda dijo: "La sabiduría, el gozo, son uno." El Buda había sido un joven príncipe que no estaba contento con su vida. Luego practicó numerosos ascetismos. al final tampoco estaba satisfecho con las prácticas ascéticas. Así que, tras haber practicado la infinitud de posturas de yoga, descubrió esta postura y se dijo para sí:"Tiene que ser uno", no dividible y en nuestra vida tiene que ser lo mismo. Hay que dejar de separarlo todo. No se puede poner en un sitio la sabidría, en otro el conocimiento y allí la concentración.

Es como cuando hacemos gassho, todo está reunido en una sola mano. No es como en el colegio, cuando se aprenden matemáticas, francés, lenguas extranjeras, geografía... Tenéis que ir a la raíz de vuestra vida. Y entonces ya no es sólo concentración sino también observación.

A partir de esta práctica, a sabiduría puede aparecer inconscientemente, naturalmente, en nuestra vida de todos los días. Esto es el conocimiento, no es algo miserioso. Podéis hacer que florezca en vuestra vida de todos los días, como la flor de loto que crece en el fango. Lo maravilloso que hay en vuestra vida crece a partir de vosotros mismos, de lo bueno y de lo malo.

Por eso está tan mal el mundo, siempre queremos separarlo todo. Al final, la gente está sentada entre dos sillas. En la vida es importante encontrar una práctica. A partir de ello, sabiduría, conocimiento, concentración, se unifican. Como las dos manos en gassho, así. ¿De acuerdo? ¿Comprendes?

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