Arrogancia


Y una vez que uno se aventura en el amplísimo plano de lo espiritual (por otra parte hermano y simultáneo con todos los demás incluido el material), casi de forma inmediata cree (sin darse cuenta de que lo está creyendo) ser más evolucionado que la gran mayoría de los que conoce.

Es cierto que deprisa y corriendo aprende a manifestarse humilde (y no he dicho a serlo) pero no deja de ser cierto también que en el fondo de sus fondos está convencido de que posee una parte de verdad que a los otros, por alguna razón inexplicable, les está vedado. (Ah, que no te ha pasado nunca?! A mí sí)


Cuando uno se adentra por esos mundos tiende a olvidar que por muy espiritual que se manifieste y hasta lo sea en serio, los mecanismos psicológicos propios del obvio hecho de ser humano continúan actuando.

Que si se comportaba de forma avariciosa, será avaricioso como una urraca con las cosas del espíritu; que si era perezoso, así será en cuanto a las cosas del espíritu y si arrogante, pues arrogante en cualquiera de los planos por donde camine.

Algunas veces pienso que para acceder a un dojo, sinagoga, mezquita o lo que sea, deberían hacernos pasar por un psicotécnico


Y la mayor parte de las veces lo normal es que nos rechazaran amablemente:

- No, usted viene para sentirse mejor, que no es que esté mal, es solo que es poco y escaso.
- No, usted viene por obligación devota y amorosa, siguiendo a su novi@ y no es esa la idea.
- No, usted viene por curiosidad y aquí no tenemos nada para saciarla. Busque en los libros.
- No, usted viene huyendo de su vida y, lo siento, pero se va a encontrar de manos a bruces de nuevo con ella y hasta con su propia muerte...

.... claro que si no fuera por ninguna de esas cuestiones que nos empujan y obligan, del mismo modo que respiramos, comemos, reímos, leemos, fabricamos y todo lo demás, al iniciar el día igual que al caer la noche, nos sentaríamos durante un delicioso trocito de tiempo y probablemente no lo llamaríamos de ninguna forma. Tal vez es que no haga falta nombrarlo para encarnarlo.

7 pensamientos +:

Luis Cano Ruiz dijo...

Gracias, como siempre.

Cuídate.

nubeaguablog dijo...

Qué razón tienes!!!
Bss
j

Anónimo dijo...

Po zii

claudio daniel dijo...

Muy buena tu reflexión, Musguito.

Y si, claro que también me ha pasado y aún, de vez en vez, vuelve eso de creérsela, ¿vio? Pero bueno, a continuar con la práctica y el aprendizaje de comprender la mente que de eso se trata.

Abrazos muchos

La arrogancia dijo...

Y digo yo
¿quien seria el arrogante que diseñaría ese psicotécnico maravilloso con el que se puede separar la paja del grano y que abre las puertas del conocimiento interior a traves de un dojo? Oiga esto no es un taller de costura donde uno sabe o no sabe coser.
Acaso ¿no están abiertas las puertas de la sabiduría y el conocimiento, para todos ,simplemente por ser un testimonio de ese algo Grande que desea que me reúna con El. ¿Quien tiene derecho a decidir tu si o tu no ? El que se crea especialito solo porque ha tenido acceso a mayor "conocimiento" lo tiene difícil.
A saber si los que confeccionan ese primor de psicotecnico son capaces de superarlo con buena nota. Arrogancia? SI, YO soy el que manda, no te j....

Anónimo dijo...

Claro. Cada uno anda con sus pobrezas ,y cuando por cualquier razón llega a un dojo por casualidad,que no será por casualidad sino porque de alguna manera tenía que encontrarlo, se encuentra con un psicotécnico.
Y el psicotécnico no suele ser un papel con preguntas, sino una o unas personas que te otorgan o no,el honor de pertenecer a sus filas.
Claro,tu ibas a aprender. Pero a lo mejor es que tenías que venir aprendido, porque por si no lo sabias hay que hacer un master para que te acepten.
Y luego, hay seres y seres , que no todos somos dignos eh.
Oiga, yo vengo aceptado desde el principio de los tiempos...
Ya, pero el dojo es mio....

Anónimo dijo...

Entré tranquilamente, hice el saludo con las manos juntas, me acerqué a un lugar cercano a la pared que estaba libre en ese momento, extendí mi esterilla de algodón, coloqué el cojin encima bien centrado, saludé al lugar, saludé a la sala y me senté de cara a la pared con las piernas cruzadas y las manos formando un ovalo. Al rato me dieron unos golpecitos en el hombro y me dijeron amablemente que este no era el lugar adecuado y que tenian que cerrar, que si era tan amable de irme. Me levanté, recogí mis bartulos y me fuí. Al salir por la puerta una señorita muy sonriente me dió un papelito que decia: " Ikea le agradece su visita y le recuerda su horario de apertura los fines de semana".
Desde luego hay gente que se creen superiores a los demás ¡¡¡ Qué asco de creidos ¡¡¡ No pienso volver a Zazen.

Publicar un comentario