Hokyo Zanmai.
El samadhi del espejo precioso.
Nyoze no ho busso mitsu ni fusu nanjiima kore o etari yoroshiku yoku hogo subeshi
Ginwan ni yuki o mori meigetsu ni ro o kakusu rui shite hitoshi karazu konzuru tokinba tokoro o shirukokoro koto ni ara zareba raiki mata o momuku dozureba kakyu o nashi tagaeba kocho ni otsu haisoku tomo ni hi nari taikaju no gotoshi tada monsai ni arawaseba sunawachi zenna ni zokusuyahan shomei tengyo furo mono no tame ni nori to naru ochiite shoku o nuku ui ni arazu to iedomo kore go naki ni arazu hokyo ni nozonde gyoyo ai miru ga gotoshi nanji kore kare ni arazu kare masani kore nanji yo no yoni no goso gangu suru ga gotoshi fuko furai fuki fuju baba wawa uku muku tsuinimono o ezu go imada tadashi kara zaru ga yueni juri rikko hensho ego tatande san to nari henji tsukite go to naru chi so no ajiwai no gotoku kongo o no cho no gotoshi shochu myokyo kosho narabi agu shu ni tsuji to ni tsuzu kyotai kyoro shakunen naru to kinba kitsu nari bongo subekarazutenshin ni shite myo nari meigo ni zoku sezu innen jisetsu jakunen toshite shocho su sai niwa muken ni iri dai niwa hojo o zessu gokotsu no tagai rirryo ni ozezu ima tonzen ari shushu o rissuru ni yotte shushu wakaru sunawachi kore kiku nari shu tsuji shu iwamaru mo shinjo ruchu hoka jaku ni uchiugoku wa tsunageru koma fukuseru nezumi sensho kore o kanashinde ho no dando to naru sono tendo nishitagatte shi o motte so to nasu tendo sometsu sureba koshin mizukara yurusu kotetsu ni kanawan to yoseba kozenko o kanzeyo butsudo o jozuru ni nannan to shite jokkoju o kanzu
Tora no kaketaru ga gotoku uma no yome no gotoshi geretsu aru o motte hoki chingyo kyoi aru o motte rinu byakko
Gei wa gyoriki o motte ite hyappo ni atsu senpo ai au gyoriki nanzo azukaran bokujin masani utai sekijo tatte mau joshiki no itaru ni arazu mushiro shiryo o iren ya shin wa kimi ni bushiko wa chichi ni junzu junze zareba ko ni arazu buse zareba ho ni arazu. Senko mitsuyo wa gu no gotoku ro no gotoshi
◆Tada yoku sozoku suru o
◆Shuchu no shu to nazuku.
Así es el Dharma que Buda y los Patriarcas han transmitido íntimamente.
Ahora que lo tenéis, preservadlo. Como un cuenco colmado de nieve, como una garza disimulada en el claro de luna, son semejantes pero no idénticos, de cerca vemos sus diferencias.
El sentido no reside en las palabras, sino que lo hace surgir el momento decisivo. Si las seguís, caéis en la trampa; si las descuidáis, caéis en la duda.
Rechazar las palabras y apegarse a ellas es equivocado, porque son como un gran fuego: útil pero peligroso. Describirlo de manera literaria es mancillarlo.
El sentido no reside en las palabras, sino que lo hace surgir el momento decisivo. Si las seguís, caéis en la trampa; si las descuidáis, caéis en la duda.
Rechazar las palabras y apegarse a ellas es equivocado, porque son como un gran fuego: útil pero peligroso. Describirlo de manera literaria es mancillarlo.
En la oscuridad de la noche está perfectamente claro; a la luz del día, oculto.
Es la ley que lo gobierna todo.
Usadla para desarraigar todo sufrimiento.
Aunque no sea fabricado, no está más allá de las palabras.
Es la ley que lo gobierna todo.
Usadla para desarraigar todo sufrimiento.
Aunque no sea fabricado, no está más allá de las palabras.
Es como estar ante el espejo precioso: forma y reflejo se observan; tú no eres el reflejo, pero el reflejo es tú.
Es como un recién nacido, está provisto de los cinco órganos de los sentidos.
Es como un recién nacido, está provisto de los cinco órganos de los sentidos.
No va ni viene, no aparece ni permanece.
¿Acaso “baba uaua” quiere decir algo? Al final, no quiere decir nada, ya que esas palabras aún no son correctas.
Duplicando el trigrama del fuego, las líneas interiores y exteriores interactúan. Apiladas, se convierten en tres; permutadas, se transforman en cinco. Como el gusto de la planta de los cinco sabores, o como las cinco ramas del cetro vajra.
Armoniosamente reunidos en el centro, el tambor y el canto llegan juntos.
Adentrarse en la fuente e ir por la vía, abarcar el paisaje y apreciar el camino.
Respetad esto y no lo descuidéis.
Natural y sutil, no es ni ignorancia ni despertar.
En medio de las causas y de las condiciones, del tiempo y de las estaciones, ilumina sereno. Es tan puro que penetra allí donde no hay espacio; es tan vasto que está más allá de toda dimensión.
¿Acaso “baba uaua” quiere decir algo? Al final, no quiere decir nada, ya que esas palabras aún no son correctas.
Duplicando el trigrama del fuego, las líneas interiores y exteriores interactúan. Apiladas, se convierten en tres; permutadas, se transforman en cinco. Como el gusto de la planta de los cinco sabores, o como las cinco ramas del cetro vajra.
Armoniosamente reunidos en el centro, el tambor y el canto llegan juntos.
Adentrarse en la fuente e ir por la vía, abarcar el paisaje y apreciar el camino.
Respetad esto y no lo descuidéis.
Natural y sutil, no es ni ignorancia ni despertar.
En medio de las causas y de las condiciones, del tiempo y de las estaciones, ilumina sereno. Es tan puro que penetra allí donde no hay espacio; es tan vasto que está más allá de toda dimensión.
Si os apartáis de él siquiera un cabello de distancia, ya no estás en armonía.
Ahora, están lo súbito y lo gradual en los que aparecen las enseñanzas y enfoques. Cuando se diferencian, cada cual posee sus normas.
Pero se dominen o no estas enseñanzas y enfoques, la realidad fluye constantemente.
Fuera, la calma; dentro, la agitación. Es como el caballo con trabas o como la rata escondida.
Los sabios de antaño tuvieron piedad de ellos y les ofrecieron el Dharma. Llevados por sus equivocaciones, tomaron blanco por negro. Cuando cesan estos puntos de vista equivocados, realizan el espíritu que se armoniza naturalmente.
Si queréis seguir la antigua vía os lo ruego, observad a los sabios de antaño. Quien está a punto de realizar la vía de Buda ha contemplado el árbol durante diez kalpas. Es como la herida del tigre o la cojera del caballo.
Hay quienes buscan, por tener una carencia, el asiento precioso y la indumentaria decorada.
Hay otros que, por tener una amplia visión, se percatan de que son como el buey negro y el buey blanco.
Gracias a su gran habilidad, Hiei dio en el blanco a cien metros. Pero cuando las flechas se tocan en pleno vuelo, ¿cómo podría tratarse de una cuestión de habilidad? El hombre de madera canta, la mujer de piedra se levanta y baila. Esto no se alcanza mediante las sensaciones ni la consciencia, ¿cómo podría incumbir a las discriminaciones?
Los ministros sirven al señor, los niños obedecen a sus padres. No obedecer es contrario al deber filial; sin servir no se es un verdadero ministro. Ocultad vuestra práctica, actuad discretamente, semejantes a un loco o a un idiota.
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