Mueren los hombres y sus cuerpos, se van con ellos sus secretos, lloramos la pena de ser "uno menos"...
Y no es verdad, seguimos siendo libertad, seguimos siendo ternura. Nunca desaparece la Vida. Aunque no sea con nuestro nombre ni con nuestro cuerpo ni con nuestro rostro, la libertad, la ternura o cualquiera de las grandes palabras permanecerán vivas y guerreando mientras haya un solo humano que las lleve galopando en su sangre.
Da igual que muera quien muera, somos guardianes temporales y transmisores de las cosas grandes. Como pudimos. Como podemos. Tantas veces torpes y de todos modos empeñados en hacer realidad aquello que nuestro corazón ama en lo profundo.
Murió Labordeta. Nosotros seguimos. Nada está perdido. "Hay, hermanos, muchísimo que hacer."
Un saludo reconocido, maestro.
2 pensamientos +:
Siempre lamentaré, cada vez que un grande abandona este mundo, no haberlo leído más, no haberlo escuchado más.
Siempre lamentaré no encontrar referentes en mi generación, no tantos, como los que poco a poco van diciéndonos adios mientras en su ausencia nos dejan el más amargo de los silencios.
Pues tienes razón, pero como él mismo dice:
"Y no es verdad, seguimos siendo libertad, seguimos siendo ternura. Nunca desaparece la Vida."
Tu que vibras con su poesia, con su verdad, tú mismo eres esta poesia, esta verdad. Nada está perdido. Creo que esto es Zen.
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