¿Problemas?
A lo mejor pudiera ser que lo primero que uno tiene que plantearse ante un problema es ¿pero es un problema?
Muchas veces "parece" que tengo un problema pero resulta que no es mío sino que le corresponde a otro y lo que pasa es que me lo he apropiado por la fuerza de la costumbre de ayudar interminablemente aunque el pobre ayudado maldita la gana que tiene de que le ayuden.
O tal vez sea que como entre todos y desde siempre, hemos quedado en que tal cosa (la que sea) "es" un problema, pues ya no pienso más: ES un problema.
O resulta que esa cosa que denomino "problema" se podría definir mejor como "contratiempo", "contrariedad" o "incomodidad", que no es lo mismo igual que no es lo mismo la sensación que provoca ni los recursos que ponen en marcha.
Se patologiza excesivamente, nos problematizamos todo lo que podemos (no vaya a ser que nos quedemos sin peleas que pelear entre las manos)
........... a mi abuela materna la obligación diaria de salir a la calle la ponía más bien de mal humor. Tras siete hijos y sus correspondientes ires y venires, parques, colegios y cumpleaños, lo que más la gustaba era estar en casa con su ganchillo, sus libros, la radio y recibir hijas y nietos para poder contarles una y mil historias, no todas ciertas aunque bien sabrosas.
Por aquel entonces ni ella ni yo ni nadie sabíamos que eso, a día de hoy, se llama agorafobia. Y como no lo sabíamos, decíamos sencillamente: "no la gusta salir de casa" y por eso no salía. Punto y hasta ahí.
Nada de terapias de ningún estilo. No flores de bach, no ansiolíticos y "expónte a tu miedo", nada de hurgar en la infancia profunda y lejana y hacer arqueología masoquista del pasado....
.... como no me gusta salir y puedo no salir, pues no salgo y santas pascuas.
Por cierto: dicen que hay una solución para cada problema (aunque no la sepa ahora mismo y tenga que esperar e investigar un poco para encontrarla) así que es cuestión de aplicarla en cuanto la encuentre para que el tal problema deje de serlo.
Los denominados problemas quedan más bonitos y, sobre todo,manejables cuando los llamamos tiernamente por su nombre verdadero: las cositas de vivir.
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reflexiones
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