Kyosaku dijo...
Es una maravillita, parece una oración en honor del que esté más cerca.
Ojalá fuéramos capaces de recitarlo en la cara de la persona a la que tenemos en el pensamiento, que pueden ser muchas. Agarrarle de la mano y decirselo mirándole a los ojos.
Habéis visto ese anuncio en la tele de no sé qué compañia telefónica que dice: "ah!, es una pasada poder mandar un mensaje a tu novia la del árbol, pero es más pasada decírselo desde el otro lado del árbol". Visto de algún modo puede ser gracioso.
Qué pasada, sí. Parece que sólo nos atrevemos a ser comunicativos, sinceros y tiernos desde el otro lado del árbol, cuando no nos ven.
Porque ¿qué nos pasa? ¿nos da vergüenza mostrar nuestros sentimientos? ¿nos da vergüenza hacer el ridículo?
A mi me da pena.
Porque la vergüenza es verde y se la comen los burros. Y de todas maneras dentro de cien años nadie se acordará de lo ridiculo que eras cuando viviste y eras una persona sincera, capaz de hacer reir a los demás.
Ah!, no sé de quién ha sido la idea de la ilustración, pero yo también quiero una máquina de esas para bajaros una estrella a cada uno de vosotros.
Salud
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