Esta propuesta no es nueva, nació en Julio del 2006 cuando Will Bowen propuso hacer este ejercicio. La idea es simple: te colocas una pulsera con la leyenda “UN MUNDO SIN QUEJAS” y lo mantienes durante 21 días sin quejarte de nada.
Pero si no resistes el quejarte, meterte en chismes o criticar a otros, debes cambiar la pulsera de mano y volver a empezar por otros 21 días.
21 días sin quejas, críticas ni chismes. Vamos a ver qué pasa si lo logramos.
Mucha gente ha superado este reto aunque a algunos les ha llevado hasta 5 meses vivir 21 días sin quejas. Tengo que aclarar que para este ejercicio en particular solo cuentan las críticas o quejas habladas, las pensadas (de momento) no cuentan.
¿Por qué 21 días?. Pues porque está comprobado que necesitamos 21 días para crear un hábito. En este caso crearemos el hábito de la gratitud y desecharemos el hábito de la queja o crítica.
¿Hace falta llevar la pulsera?. Pues no. Podemos usar “algo” que nos recuerde el compromiso asumido, como llevar una piedra en el bolsillo o, como hacían los discipulos de Melquisedec, llevar una espina de rosa en su túnica y se pinchaban cada vez que decían una queja, crítica o tenían pensamientos inadecuados (de allí viene la creencia de los celtas de que la espina de rosa aleja al demonio). Somos libres de elegir el método que mejor nos parezca para recordar que no vamos a quejarnos durante los próximos 21 días. El día siguiente podemos darnos un atracón de quejas, chismes y cotilleos pero... igual para ese entonces ni nos apetece.
¿Aceptas?
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3 pensamientos +:
SI!
es algo que me pido cuando me acuerdo, y me pillo a mi misma incumpliendo.
gracias por la propuesta.
ISA
Es un ejercicio que llevo practicando una temporada, y es cierto que si estas atento te pillas en muchas. Y como poco a poco te vas haciendo mas sensible a ello ,pillas en muchas a los demás y es que la gente está todo el día quejándose , criticando y chismorreando. Lo bueno es que te des cuenta y no les sigas la corriente porque al final te arrastran al famoso "cabreo nacional"
Sólo en el día de ayer he cambiado de mano la pulsera ¡cinco veces!, por cotilla :-(! Vale que estaba en el hospital pero de todos modos... Hoy voy mejor, todavía no la he tenido que cambiar. Mmmmmh, veremos...
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