¿Estoy tonta?

 
Que ya lo dijo Marco Aurelio hace más tiempo del que puedo recordar:

De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras.

Total y en conclusión: ¿De verdad que no tengo un tesoro repleto de joyas preciosas? ¿Cómo es posible que me pase el tiempo lamentándome de lo ausente y me alegre tan poco por lo presente?
 

AnonymousZen


En el dojo también soy Anonymous









y porque somos lo que somos y ni renunciamos ni nos rendimos......


 

Ay!

 
 

He trabajado por un salario de criada
Sólo para entender, consternada,
Que el salario que hubiera pedido a la Vida
La Vida lo habría pagado con gusto

J.B. Rittenhouse


Más o menos como en Egino

  
Allí nos contemplaban unos pajaritos pizpiretos. También la niebla y algún humano que procuraba mirar tan solo con el rabillo del ojo para que no se notara mucho su curiosidad.

El problema del tenzo



En voz muy bajita y algo desconcertado, el tenzo confesó:

- Soy muy buen cocinero, las cosas como son y sin querer pecar de inmodestia. Pero, verás,  muchas veces me pasa que, por ejemplo, si quiero hacer un pastel, cuando hay mantequilla no hay huevos.

Cuando hay huevos no hay mantequilla.

Cuando hay huevos y mantequilla, no hay harina o azúcar.

Y si todos estos ingredientes están presentes...... entonces........

no estoy yo!
 

Cómo hacer un zafu





 Aunque lo mejor es encargárselo a Joxepa, (si pinchas sobre su nombre te vas a su correo y se lo pides directamente) que hace zafus y kimonos y kolomos y oriokys preciosos y muchas cosas más y que además utiliza buenos materiales y nada de sintéticos...

En el caso de que seas un poco inconsciente (que sé yo que hay gente para todo en este mundo) necesitarás:

• Una tela negra gruesa (como el terciopelo)
• Alrededor de 1 kilo de miraguano o un relleno equivalente
• Hilo negro resistente
• Aguja y alfileres de coser

1. Cortar dos círculos de tela de 38 cm de diámetro.



2. Cortar una tira de tela de 165 cm de largo. El ancho de la tela determinará el alto del zafu terminado, lo que depende del largo del muslo del practicante, y puede variar de 15 a 23 cm. (Si la tela que uno tiene es pequeña, coser varias tiras cortas para formar una larga).



3. Juntar ambos extremos de la tira larga haciendo pliegues de 30 mm de ancho, y cada 5 cm de distancia. Los pliegues deben tapar el derecho de la tela. Dejar un trozo de 7,6 cm sin pliegue en el extremo de la tela.

4. Afirmar con alfileres cada doblez (o coser con puntada larga para luego retirar  -un hilván-).

5. Afirmar con alfileres o hilvanar la tira larga a los dos círculos, dejando 1,3 cm de tela como margen. El derecho de la tela está hacia dentro, y los pliegues hacia fuera. Dejar suelta la parte sin pliegues – forma una abertura en el zafu terminado.

6. Coser la tira larga y los círculos. (Si se los hilvanó, retirar después las hebras del hilván).

7. Dar vuelta el zafu hacia fuera.

8. Usar la abertura al costado del zafu para rellenarlo apretadamente con el kapok y luego doblar la abertura hacia dentro. El zafu debe mantener su forma y espesor incluso cuando uno se siente sobre él. Golpear el zafu para distribuir el miraguano de forma pareja.

La ecuación de decisión: SAO (Servicio al Otro) o SAS (Servicio a Sí mismo)

 
Es una entrada larga, lo sé, pero un poquito de esfuerzo por pensar, elaborar, sopesar y decidir, tampoco viene mal porque a lo mejor ni siquiera estamos de acuerdo... o sí, que todo cabe.

Lo encontré en un buen sitio que me enseñó Isa y como es de bien nacidos ser agradecidos... Gracias Isa por el enlace:

http://starviewer.wordpress.com/2011/06/16/reflexiones-sobre-los-tiempos-que-vienen-la-ecuacion-de-decision-sao-servicio-al-otro-o-sas-servicio-a-si-mismo-esa-es-la-cuestion/

 

Nosotros, los humanos


También somos así. O eso creo. O a lo mejor es que soy un punto ingenua.

O no.

Sea como sea, necesitamos más de esto, así que tendremos que encargarnos de que crezca mucho. Y después nos vamos de fiesta. Todos.


 

Sho Gu dice...

 
Sho Gu forma parte del Comando Dharma, no lo puede negar y tampoco creo que quisiera hacerlo, quiero decir: en el caso supuesto de no estar equivocada.

Encontré su blog un día, dando vueltas por ahí... (ah!, no, es que dejó un comentario aquí en el musgo)... da igual, la cuestión es que lei sus cosas y hubo dos que me resultaron especiales. Allá van:

"¿Qué pasa cuando hay más Maestros que Discípulos?
¿Qué pasa cuando hay más zafus que culos?

A esto se le llama degeneración del Zen"

Sí, ¿no?

Pues ahí va la otra, se titula "Esto es muy dificil":

"El zen no sirve para nada (falta de perspectivas)
- Las personas deben entrar al Dojo por su propio pie (la publicidad es inútil)
- Las explicaciones son sencillas y precisas (la falta de complicación hace que la gente no la valore)
- Las fantasias sobre la práctica se deben cortar de raiz (a veces somos un poco aguafiestas)
- No se debe mostrar nada ni esconder nada.(no hay posibilidad del trilerismo espiritual)
- La práctica de la meditación es solitaria, dura y silenciosa (te sientes como si te hubieran tirado en mitad del dojo)
- Se ha de salvaguardar la intimidad de los practicantes (el manoseo emocional es imposible)"
 
Dulce práctica muchas veces, correosa y seca otras tantas. Fructífera siempre. Después de todo, merece la pena regalárnosla a nosotros mismos.
 

Contra las esclavitudes




se lo debemos a unsui
 

Casi un koan


 
Un día, el juez pidió a Nasrudín que le ayudara a resolver un problema legal.

-¿Cómo me sugerirías que castigue al difamador?

-Córtales las orejas a todos los que escuchen sus mentiras.

¿Te atreves con un kinhin urbano?

  


En deuda con El valor de las vivencias

Los demonios de hoy

 
Según Dolores Aleixandre, estos son los nombres de algunos de los “demonios” con que tenemos que luchar hoy:

el “demonio de la necedad desinformada y conformista" que nos hace creer que la situación del mundo no tiene remedio ("son las leyes de una economía de mercado...", "es el precio a pagar por el avance tecnológico...") y que lo más sensato que podemos hacer es acomodarnos a lo que hay.

el "demonio neoliberal y consumista" que nos arrastra hacia un engañoso modo de ser "como todo el mundo", nos crea necesidades crecientes de confort y consigue que nos parezca lo normal el situarnos en un cómodo centro, alejados de cualquier riesgo y camuflando como "prudencia" la resistencia a todo lo que amenace desinstalarnos. A fuerza de vivir así, la "chispa de locura" que movilizó nuestras vidas más allá (gyate, gyate), se apaga, nuestra mirada se enturbia y los lugares de abajo que tenemos que frecuentar, terminan por sernos invisibles.

el "demonio individualista" que nos ciega al sufrimiento de los demás, nos seduce con la facilidad de una vida trivial y distraída en la que no nos alcanza el dolor de los otros.

el "demonio secularista" que nos hace vivir solamente desde imperativos éticos, "seculariza" nuestro corazón y nos incapacita para expresar la experiencia espiritual. De ahí nace ese "despalabramiento" para lo sublime, ese pavor ante el misterio y el símbolo, esas liturgias fosilizadas y ese "activismo apostólico" donde no hay tiempo ni espacio para una oración jugosa, silenciosa, "ociosa" y constante.

el "demonio espiritualista" que nos impulsa a seguir levantando santuarios y a escapar hacia los montes de nuevas sacralizaciones y restauracionismos con rasgos de new age vaporoso, sin relación con lo tangible de la vida real y cotidiana.

el "demonio idolátrico" que nos hace dar culto a los medios y a los instrumentos, a las instituciones, los ritos y las leyes, haciendo cada vez más difícil el toque directo y simple con lo que ES.

el "demonio de los mil quehaceres" que esconde dentro el viejo dinamismo de buscar la justificación por las obras, nos configura como dadores más que como receptores y convierte los fracasos o la vejez en verdaderos traumas, porque en esos momentos el trabajo pierde su pretensión de absoluto.