Mano derecha, mano izquierda...


No hagas mucho caso de eso que pone: "código de sanación emocional" ni (con perdón) tonterías por el estilo. Más bien y sencillamente, escucha, que a lo mejor, (quién sabe!), te regala un destello pequeñito de eso que tú y yo llamamos "Luz".



Cortesía de Jesús Carrasco.

Los sentidos interiores


La verdad era que ella (que se llama Nico de Nicolasa) no quería ni uno sólo de los dones y talentos que le fueron concedidos sin solicitarlos y sin que tampoco nadie le pidiera su permiso. Resultaban incómodos y la reportaban cero beneficios pero no lograba sacudírselos de encima por más intentos que hacía.

Podía oír, aunque no quisiera, los cientos de rumores detrás de las palabras y por si cabía la duda sobre esa certeza, lo que las sostenía y animaba se acompañaba de imágenes y escenarios como en destellos. Pero no podía convencer a nadie de que estaba diciendo lo que no quería decir.

Podía oler a distancia la mentira y el miedo porque como le informó su amigo el astrólogo, las estrellas de su nacimiento hacían pocas migas con las cosas que se escondían y ocultaban.  Y bien que se daba cuenta de que era cierto porque, aunque cubierta de oscuridad cada vez que se echaba el kesa sobre el cuerpo, prefería estar a kolomo descubierto. Pero no podía deshacer ni la mentira ni el miedo.

Podía encontrar los mil y un lugares dónde quedan atrapados los fragmentos de un alma cuando se rompe pero no tenía la habilidad de juntarla de nuevo y que brillara espléndida como deben hacerlo las almas que se precien de serlo.

Afortunadamente en cuanto al gusto de los sabores, estaba escasamente dotada, así que al menos se evitaba el sabor de la rabia, de la vergüenza o cosas parecidas que tenía la impresión, por otro lado bien fundada, de que sabían a demonios.

Sentía envidia de aquellos de entre sus hermanos que sin saber nada de lo que ella sabía podían, sin embargo y eficazmente, hablar con palabras que suenan, desconocer lo que nadie quiere que se sepa y restaurar lo roto sin dejar huella de forma que parecía que se había hecho solo.

Pero no sabía cómo volver atrás y olvidar porque si algo tenía por sobre encima de todo lo demás que no había pedido, era memoria; una memoria infinita que empezaba a pensar (por proteger su salud mental más que nada) que no era solamente la suya propia de su cuerpo y mente sino la de todos los demás que en el mundo han sido. Y eso fastidia. Dice.

Ryaku Fusatsu, la ceremonia del arrepentimiento


También conocida entre nosotros como "ceremonia de arrepentimiento", aunque este nombre no acabe de encajar por sus fuertes resonancias cristianas (que no sé qué problema le vemos a lo cristiano si a lo mejor es la Iglesia Católica la que, en general, mete la pata), cuando el sentido es muy diferente.

Ryaku Fusatsu significa, "fusatsu abreviada", mientras que fusatsu hace referencia a la clásica ceremonia budista de "uposatha" cuando cada luna llena y nueva se reúnen las cuatro divisiones de la sangha monjes, monjas, laicos y laicas (y dale con señalar género. Que no hace falta, que nos damos por incluidas!) para recitar las reglas del vinaya, el código monástico. La ceremonia completa dura varias horas por lo que ésta es la versión breve.

La ceremonia gira alrededor de los versos de arrepentimiento:

  "De todos los males que haya podido producir,
generados por mi mente, mi cuerpo y mi boca,
de todo este mal karma que es sin principio  ni fin,
ahora me confieso y arrepiento"

Y cantidad de pais (prostraciones), de hecho oí una vez el  comentario de que el significado de esta ceremonia era precisamente hacer muchas postraciones, quizá esto aclare mejor su sentido. El pai es caerse y volverse a poner de pie, una y otra vez.

Veo su sentido en el reconocer los errores y comenzar de nuevo, en recordar el momento de cuando pronunciamos nuestros votos.

Hay un principio en el zen que es repetir las cosas básicas una y otra vez, insistir sobre los mismos pocos pero importantes, puntos, tan fáciles de olvidar. Y ponerse de nuevo en camino, renovado, como el año que está a punto de comenzar

Recogido de Dojo Zen de Bilbao (que ya les avisé, que se lo dije, que cualquier día copiaba y pegaba a diestro y siniestro y así lo hago porque alguien-es nos tienen que ir contando las cosas que no sabemos de la forma tradicional que llamamos zen)






Ahora yo sin acotaciones al margen: Andaba a vueltas con el asunto de la confesión...

... que sé (del verbo saber intelectual que no es lo mismo que el verbo saber de tripas) que no hay nada que confesar ni nadie ante quien disculparse ni agradecer. Vale, sí, en según qué planos y niveles. En según qué otros, al menos a mí, me viene bien hacerlo de alguna manera. Y como me borré de los católicos me quedé (creía) sin forma de poner a servir la culpa en algún sitio que no fuera mi mente que se empeña en recordar hasta lo que no debe porque ya pasó y es pasado. Y vaciarme en el arrepentimiento que es el inicio de la reparación del daño que me permite sacudir las manos alegremente y continuar comenzando.

Sé que sobre esto voy a seguir porque me importa, por la vergüenza que siento cuando me doy cuenta de lo mal que me comporto aunque sea sin querer o queriendo un poco. O sea, mal :(

Zen en el asfalto



Para los que no vivimos en un monasterio tan ricamente arropados y protegidos por normas y ritmos naturales que nadie se salta

Para los que hacemos kinhin en los pasillos de un hospital, consulta, IES o primaria, conserjería y consejería, carrefour o nuestra propia casa o la de nuestros padres que van para mayores y ya se sabe...

Para cuando no podemos entrar en un dojo a la hora prevista y porque queda fatal hincar las rodillas en el asfalto de la parada de autobús

Para nosotros, los de a pie, los apuntados al zen del loto que nace en el fuego porque aquí nos ha tocado y así lo asumimos, allá va un ánimo que muchas veces necesitamos los que no somos marcianos:

"En el mundo de los deseos,
podemos practicar zaZen
por el poder de la sabiduría.

Cuando el loto nace en el fuego
jamás puede ser destruido".

Yoka Daishi (que también tiene lo suyo)

Mañana o al otro día me pongo más seria todavía y largo una de doctrina budista por su sitio:)

¿Soy budista?



¿Soy budista?
¿Soy zen?
¿Soy soto?
¿De qué continente?
¿De la sangha de quién?

¿De qué continente de qué sangha de qué maestro de qué dojo?

¿En qué sesshines de qué dojo de qué sangha de qué maestro?

¿Qué guenmai como en qué sesshines de qué dojo de qué sangha de qué maestro?

Soy el humano que comió la guenmai de las sesshines de tal dojo de tal sangha de tal maestro de la escuela soto zen budista de tal continente que lo único que de verdad quiere aunque ni lo sepa del todo no es la guenmai, ni las sesshines ni el dojo ni la ciudad del dojo ni  la sangha ni el maestro ni la escuela soto del planeta zen del budismo oriental o europeo.

Soy el humano que no tiene ni idea de a qué huele el aire de su casa verdadera pero sí sabe que está (y no la ve, no la ve) debajo de sus rodillas en zazen, de sus pies en kinhin, de sus manos y frente en sanpai, de su mano al mokugyo, de su boca en el hannya............................................

............................... de su culo en la silla de la oficina, de su nariz inclinada sobre la cazuela, de su garganta que canta... por encima, por debajo, por dentro, por fuera y todo alrededor.

Esto no está completo porque falta todo lo demás.
Es que a lo mejor me estoy haciendo un lío con tanta etiqueta.

Inspirado en la canción inglesa “Ésta es la casa que Jack construyó” donde todo está desde el principio y al final.

Ésta es la casa que  Jack construyó
Esto es la malta que estaba en la casa 
que Jack construyó

Ésta es la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Esto es el gato, que mató la rata, 
Ésta es la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó 

Esto es el perro, que fastidia la gata
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Ést aes la vaca, con los cuernos acodados,
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Ésta es la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Éste es el hombre andrajoso,
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó 

Éste el párroco afeitado y trasquilado
que casó el hombre andrajoso
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Éste es el cocinero
que se regocijó por la mañana
que despertó el párroco afeitado y trasquilado
que casó el hombre andrajoso
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Éste es el campesino que siega el trigo,
que sostuvo el cocinero 
que se regocijó por la mañana
que despertó el párroco afeitado y trasquilado
que casó el hombre andrajoso
que besó la chica abandonada
que ordeño la vaca con los cuernos acodados
que sacudió el perro, que fastidió el gato,
que mató la rata, que comió la malta,
que estaba en la casa que Jack construyó

Feliz Navidad


La "cosa" del tiempo de la Navidad es ésta.

Reconciliemos el alma y el cuerpo,
contemplemos en reposo la llegada del Espíritu celeste.



No tiene un estilo zen y no estoy segura de si es cristiano o pagano. Al final da lo mismo porque Lo que Es lo es igual para unos que para otros y en todos los tiempos.

Dicen que es durante el solsticio de invierno cuando La Puerta se abre y el Espíritu lo tiene más fácil para encarnar en humano.

Pienso yo que lo que nos querían decir los antiguos es que éste es el tiempo más propicio y favorable para que anide Lo que necesita de quietud y silencio para hacerse cierto y traducirse momento a momento todos los días en todo cuanto hacemos.

Sea como sea: que si puedo aliviar, que alivie; que si puedo animar, lo haga; que si puedo dejarme catapultar por el Espíritu al infinito, rechace la tentadora oferta y me quede aquí para llevarme conmigo el universo entero. Más que nada porque así lo prometo zazen a zazen y me sienta mal saltarme una palabra de honor dada libremente.

Inspirado en Arte Sacro

Hablando de Deshimaru


Anticipo el final: ¿Cuchara o tenedor? 

El monje que se tomó la molestia de montar un dojo a menos de doscientos metros de mi casa (cosa que me vino muy bien porque perezosa que soy si hubiera estado aunque solo fuera a un par de kilómetros ni me habría acercado), primero me cayó bien y luego fatal por cuestiones que no vienen al caso y sobre todo porque, bien simple: no congeniábamos.

No sé qué le parecía yo al principio pero sé que al final no me podía soportar.

A la monja que dirigía al monje a quien yo le parecía horrible, tampoco le gusté mucho.

Fueron importantes en mi vida no por afinidad personal (que no, que no y que no) sino porque estaban empeñados en poner fácil y cerca la Vía aún a gente que les sacaba de quicio. En mi mundo se le llama Generosidad, en grande y es una cosa de las más respetadas.

Y algo de eso hay también con Deshimaru y todos los demás a quienes hoy adoramos seguramente porque no los sufrimos (Esto es como lo de House, mola ver de lejos y en la tele un médico tan borde... excepto que te toque y aunque te salve la vida).

Si decimos que tal o cual compañero de cuadrilla y Vía es insoportable en sus disertaciones no quiero ni imaginar lo que tuvo que ser Dôgen, y a día de hoy sigue siendo, que es que hay que cogerlo con tiempo (mejor en invierno) y ganas y cuaderno para coger apuntes y traducir.

Uno no debe olvidar (ya lo dice el Comando en sus comentarios en esta entrada: fukanzazengi paso a paso (iv) que fue un erudito, que es reconocido como el filósofo más importante de toda la historia de Japón y eso suena a "ladrillo" hasta que uno se pone y descubre que sí, que es un ladrillo pero que con ese ladrillo se construye mucho más que una casa. Ah! y un experto esotérico tendai, no lo digo por fastidiar, aunque sé que a todo el mundo le pone nervioso el esoterismo y la metafísica............ tan necesarios y en algún momento obligatorios y luego descartables..........

A lo que voy: así y por llamar las cosas por su nombre, Deshimaru siempre me pareció un engreído más bien tirando a fascista en lo que se refiere a su personalidad PERO eso es lo de menos en el plano que nos importa, lo de MÁS es que acercó una práctica que necesitábamos, que casi-muchos de los mensajes que repitió las tres veces mínimas que cualquier mensaje necesita para ser procesado en lo profundo, fueron de acuerdo a la Ley  (¡Dios, qué cosas, yo diciendo esto!)

Y agradecida.

Agradecida por no haberlo conocido personalmente.

Agradecida de poder quedarme con la esencia ya decantada de algunas de sus afirmaciones (algunas).

Agradecida porque me obligó a fijarme en lo que decía y a discriminar que no es poco.

Y agradecida porque, equivocado o no (¿quién sabe?) transmitió lo que tenía y eso es lo único que se le puede exigir a un eslabón de cadena. Espero, porque si no la gran mayoría lo llevamos de “color”.

Tengo que decir que cuando encontré a Rafu y Alonso no me lo podía creer. 

No reñían sino que animaban. 

Sabían dulce. 

Que puede parecer proselitismo barato pero de verdad que no, que sé yo que tienen sus cosas pero aún así ....

Que necesitamos cariño y comprensión y confesión y ánimo tanto como espuelas y collejas ...........



..............me he vuelto a ir por las ramas....... cosas del kraken que también soy y se me escapa sin control del vez en cuando :(

musgo de estrellas


Al llegar la navidad, cuando era más pequeñita de lo que soy ahora, los primos nos juntábamos en la finca de unos de mis muchos tíos (porque entonces éramos lo que se conoce como una familia extensa que a día de hoy se ha quedado en una familia diminuta, sosa y bien avenida a base de hacer todos un esfuerzo un poco sobrehumano).

Y como los que “los pequeños” llamábamos “los mayores” tenían que entretenernos con algo en las mañanas de invierno, nos mandaban a coger musgo de estrellas como base para el belén que montaríamos, de poco en poco, de rey en rey y figurita a figurita, en las tardes de invierno tan, tan, tan largas y oscuras.

Por alguna razón que desconozco la única que encontraba el famoso musgo era yo, todos los demás se desesperaban con líquenes y musgos de largas cabelleras que “los mayores” decían que no servían, que no quedaban bonitos, que la navidad y el belén estaban hechos de estrellas y no de cosas secas y grises.


Total, que todo eso debió de ser que se me quedó en la memoria permanente y cuando tuve que inventar un nombre para este blog, musgodeestrellas fue todo lo que se me ocurrió. Y me pareció bien. Y puestos a buscar el significado de los símbolos (cosa a la que soy tremendamente aficionada y adicta), decidí que cuando muchas estrellas se juntan hacen un cielo y que entonces ese cielo en vez de ser azul sería verde porque la vida y el crecimiento comienza en verde brillante según todos los chinos que son de la gente más sabihonda del planeta.

Y que éste blog no sería nada o sería poco si no fuera por... lo que todos sabemos: que somos distintos y diferentes e iguales y que juntos componemos todos los colores. Que donde no llega el pragmático llega el trascendente. Que donde llega el científico lo supera el místico..... y así...

Y que de todos modos, todos tenemos la misma Orientación.........






................ Suerte y Gracia


Las investigaciones de Roberto Poveda


Como los de blogspot dicen (y dicen verdad ¡! en este caso) que el gadget "últimos comentarios" está estropeado y que de momento no consiguen arreglarlo; por si acaso no habéis visto éste en relación a la anterior entrada zazen, natural. Porque no tiene desperdicio y merece una entrada permanente y porque una de las intenciones iniciales del musgo era ser portal de entrada de las buenas cosas que circulan por la red... ahí van los resultados de las investigaciones de Roberto Poveda, que mantiene y alimenta Huellas del zen (buen, buen, buen, blog. Recomendado por el musgo y muchos otros blog hermanos).

"¿Era zazen, quiero decir shikantaza, el zazen de Nyojo y Dogen, lo que buscaba tu amiga? ¿O, tal vez, se había equivocado de sitio? Con frecuencia, tristemente con demasiada frecuencia, por no decir casi siempre, tiendo a pensar que los supuestos practicantes que se adhieren a la corriente iniciada por Dogen, en Japon, en el ss. XII, y rehabilitada por Kodo Sawaki, también en Japón, en el ss. XX, en realidad están ahí por error.



¿Sabe la gente que si lo que busca son iluminaciones, el satori, el kensho, las cumbres, los éxtasis, pueden dirigirse, por ejemplo muy cerca de España, en Francia, al templo "La Falaise Verte", perteneciente a la escuela del Zen Rinzai, donde les dirán como orientarse, por medio de los koan, en esa dirección? (pincha aquí para visitar su web)



¿Sabe la gente que si lo que desea es la llamada "iluminación" junto con relatos orientales, unida a un cristianismo renovado, probablemente menos decepcionante de aquel del que huyeron para después sentirse huérfanos y perdidos, pueden dirigirse, esta vez sin necesidad de salir de España, al Znedo Betania, dirigido por Ana María Schlüter, perteneciente a la escuela Sambo Kyodan, donde también encontraran koan y búsqueda del kensho, de la iluminación? (pincha aquí para visitar su web)





¿Saben que si tan solo necesitan sentirse un poquitín "espirituales" en un ambiente "japonés" pueden inscribirse en clases de ikebana, que no sólo no produce "tedio", sino que sirve para tener preciosa la casa?






¿Saben que, si necesitan hablar de "sus cosas", existen grupos de psicodrama? ¿Qué si necesitan sentirse miembros de un grupo existen los movimientos asociativos, los club de fútbol, los grupos excursionistas, etc., dependiendo de los gustos de cada cual? ¿Que si necesitan amigos, hay estupendos manuales de cocina que, tras practicarlos un tiempo con atención, nunca suelen fallar como reclamo?






¿Saben que para experiencias "intensas" y "trascendentales", con logros rápidos y garantizados, existe una substancia llamada LSD?, aunque creo que últimamente su calidad ha bajado mucho, pero buscando seguro que hay alternativas en el comercio.





El zen de Dogen, es decir el budismo según Dogen, (aviso para navegantes informados: digo Dogen y Nyojo e, intencionalmente, no añado Keizan Jokin) es un zen sin "iluminaciones", sin trasformaciones milagrosas, sin obtener nada, que se desarrolla en la cotidianeidad y en el silencio interior. O, como dice Ane: "hay un momento [...] en el que zazen se incorpora él solito a la lista no escrita de necesidades básicas y fisiológicas que ni se ponen en duda ni se eligen tales como cocinar y comer, procurarse techo y cama y dormir, respirar, comprar (pedir prestado o robar) ropa y vestir, llorar, reír"... 

Quién no esté interesado en esto, mejor sería que buscase en otro lugar, así no perdería su tiempo ni nos lo haría perder.

Y quien tenga piedad haría bien en informar de estas cosas a la gente... aunque los dojos se queden semidesiertos como la cueva de Bodhidharma".

Zazen, natural




Al principio zazen (me parece) se hace para uno mismo, tiene poco sentido y no suele suceder, que a uno se le ocurra algo parecido a "voy a hacerle un favor al mundo: me voy a sentar" (¡!).

Y generalmente, que no siempre, se encuentra con un regalo de bienvenida: un algo más de serenidad, un algo menos de rabia, tristeza o lo que sea que a uno le sobra.

Pasa un tiempo de luna de miel y poco a poco puede ser que llegue un tiempo de aburrimiento supino o eso al menos le escuché decir a una compañera de dojo: "me aburro como una ostra durante el zazen", dijo.

Tiene su explicación,  claro, porque es que la encantaba hablar y que la miraran (y lo digo como descripción de su persona, nada de censuras porque humanos somos y algo de eso tenemos todos). Y en zazen ni podía hablar (bueno, que poder, lo que se dice poder, se puede, pero casi nadie lo hace excepto uno que respondió a un kusen y fue uno de los mejores momentos que recuerdo dentro de un dojo. Resulta que el monje habló algo sobre el láser añadiendo que no recordaba bien el significado de las siglas y ése que os cuento, por allí al fondo, mientras continuaba inmóvil mirando sin ver su trocito de pared, contestó: "light amplification by stimulated emission of radiation, amplificación de luz por emisión estimulada de radiación"... genial! y más genial todavía fue que el monje, usando su mejor estilo zen estándar, le contestó a su vez: "no te he preguntado". El practicante nuevo, porque si no es nuevo ni se le ocurre comentar nada, dijo en voz alta y con toda cortesía: "perdón, como has dicho que no lo sabías"...).

Retomo, que mi compañera ni podía hablar ni nadie la miraba y esa era la causa de su tedio.

Personalmente no me he aburrido nunca porque, contraviniendo todas las instrucciones, tengo que reconocer que de vez en cuando, en zazen, también me dejo pasear por mis mundos internos, charlar con sus habitantes y proyectar escenarios, por ejemplo. Vale, que no hay que hacer eso pero que conste que sé que no soy la única, que sé de quien se dedica a hacer circular órbitas microcósmicas, quien recita mantras o mil otras cosas con tal de no caer de golpe en nada. O sea, igual que yo :)

Pero si uno decide no hacer caso de esa etapa y continúa impertérrito como si tal cosa en la práctica, hay un momento (que viene después del mesiánico de: "lo hago por la humanidad"...) en el que zazen se incorpora él solito a la lista no escrita de necesidades básicas y fisiológicas que ni se ponen en duda ni se eligen tales como cocinar y comer, procurarse techo y cama y dormir, respirar, comprar (pedir prestado o robar) ropa y vestir, llorar, reir.

O morir de la muerte verdadera o de la otra.

Pequeño buda



También tú has tenido la inmensa fortuna  de ser amado sin condiciones ni peros? o de amar así, al estilo de los budas?

El texto es de Ladrón de Guevara.

Hoy es cuatro de diciembre en Madrid.
Tú tendrías once años, y seguirías siendo una sombra en blanco y negro acurrucada en la cama, buscando brazos moteados de pecas y nuestro calor.

Ahora estarías dormido cerca del radiador, friolero,
tratando de conciliar el sueño, pero atento a sus gestos cómplices.
Dispuesto a seguirla, con paso firme, hasta el fin del mundo.
Yo os estaría observando desde cerca, amando ese mundo que es sólo vuestro.

Hoy es cuatro de diciembre en Madrid,
y aunque parezca extraño, se echan de menos tus ladridos,
los gruñidos al quitarte tu hueco en el sofá, justo entre los dos,
llevándote toda la manta y las caricias, y su sonrisa.

Me gustaría que la vieses ahora, infinitamente hermosa,
aunque echándote de menos cada día. Doliéndole tu nombre,
tu ausencia, tu recuerdo, el botón que movías cuando te abrazaba 
o regresaba a casa.

Siento que no estés en tu cumpleaños, pero en casa, te espera una vela encendida.

Para Mar

tanto para un roto como para un descosido


Los del yoga son de una manera así como ascética. Bien.

Los cristianos de otra un punto ladeada hacia la bondad excesiva, al menos en apariencia. Bien.

Los sufíes tienen el estilo de un amante apasionado y exquisito con sus manos y espíritu repletos de vino y rosas. Bien.

Los cabalistas tirando a racionales y científicos dentro de la obvia imposibilidad de reducir tan sólo a ciencia el plano del espíritu. Bien.

Los chamanes se encargan del trato y comercio con las entidades del mundo intermedio. Bien.

Se podría decir que los taoístas son la élite de la élite de puro reducidos a nada, silencio y sombra. Bien.

Los tibetanos, expertos exploradores de la conciencia, paso a paso. Bien.

... ya, pero si eres de esos a quienes todo les vale para un buen cocido; que hacen vestido tanto de un roto como de un descosido; inocentes primitivos bendecidos con el sagrado talento de mutar lo útil y lo inútil en fruto que alegra y alimenta, si eres hermano y amigo de las Tres Gracias: Dar, Recibir, Devolver... entonces a lo mejor el kesa es tu cobijo y tu lugar un zafu.

Y que el buen dios se encargue del resto que para eso le ha tocado el papel de ser Dios.