Shodoka (El canto del inmediato satori)


Querido amigo, ¿no ves que este hombre del satori
ha cesado de estudiar y está inactivo?
No intenta apartar las ilusiones
ni encontrar la verdad.

La naturaleza real de nuestra ignorancia
es la naturaleza de Buda;
nuestro cuerpo vacío e ilusorio
es el cuerpo del Buda Dharma-kaya.

Si comprendemos el cuerpo de Buda,
no hay nada más.
Manantial original,
nuestra naturaleza propia
es el puro y verdadero Buda.


Las nubes flotantes
de los cinco agregados van y vienen
en el cielo,
la espuma de los tres peces
aparece y desaparece sobre el océano.

Si comprendemos la realidad,
ya no existe nada más para nosotros
ni el hombre, ni la ley,
instantáneamente el peor karma,
el karma del infierno,
es destruido.

Sindicatocracia

 
Vergüenza. Por la forma y por el fondo, por los motivos que la vertebran. Porque después de todo no somos más que biomasa laboral aspirando a compartir aunque sólo sean las migajas del  poder corrupto, porque admiramos en lo profundo lo que decimos despreciar y combatir. Por los agentes que la impulsan y sus traiciones diarias desde hace tanto tiempo.


Una vez creímos que otro mundo era posible y a él
dedicamos actos, tiempo y reflexiones.

Hubo un momento en que creímos que era posible que cada cual aportara según sus capacidades y cada cual obtuviera según sus necesidades.

Lo ha cubierto el olvido. Será porque nos hemos vuelto más "razonables". Vergüenza.

Yo también fui de Comisiones.
 

Me gusta tanto

 
Hacer puzzles sobre todo en navidad barrer limpiar y ordenar mi casa buscar piedras y amontonarlas de tres en tres como si fueran hitos en una senda de montaña los tréboles de cuatro hojas (ya sé que para que den suerte hay que encontrarlos pero la verdad es que los busco en cuanto veo un prado) escribir en el blog que nadie lee como me dicen algunos y soltarlo a los cuatro vientos por si acaso o en un cuaderno gordo de anillas colorear mandalas las pinturas óleo acuarelas y acuarelables rotuladores pinturas de palo muy blandas y carbotello bordar hacer punto hasta confeccionar un jersey que me ponga o se ponga alguien hacer ganchillo fino hasta lograr una cortina que casi parezca encaje de bolillos bordar con un punto de cruz diminuto y también con cordoncillo cadeneta pespuntear sobrehilar cotillear amablemente o con retranca depende de cómo me pille de estúpida de todos cuantos conozco leer de todo tomar el sol los días de lluvia y viento hacer bizcochos y sopa de brujas comer con hambre y beber agua cuando tengo sed el pelo largo corto recogido sin pelo como los monjes (al menos los monjes Zn) las pelis épicas (gladiator me emociona y para braveheart no tengo palabras) y de suspense las de amor aunque sean tontas tontas tontas los cuentos de miedo y las hazañas de escaladas contados en noche de invierno nevando fuerte frente a un fuego de roble y mucha cerveza reír con toda la tripa y a dientes descubiertos ducharme bañarme con espuma hasta la barbilla y sales de olor a lavanda mandarina y cedro inventarme futuros y acomodar pasados soñarme combatiendo a espada o katana recordar otras vidas que tal vez sucedieron y si no me las invento las ideas de todo tipo incluida un ascensor que llegue al cielo las soluciones de los ingenieros a cualquier problema imaginable y a los que ni imaginaba que lo fueran las matemáticas que no entiendo (sobre todo las que no entiendo) y alguien de “exactas” intenta explicarme pacientemente a mí que soy de latín y griego historia y filosofía! los museos y exposiciones llorar acompañando músicas zapatear el suelo al son de una buena jiga irlandesa escocesa o musulmana si existiera los podcast de astrofísica colorear miniaturas con pinceles de un solo pelo la combinación de azul y oro también la de negro y teja el camino de santiago y todo lo que sucedió levantar la nariz y olfatear el aire igual que los animales fanfarronear la humildad por lo evidente de las carencias que me caraterizan ocultar pistas encontrar tesoros las alas de las libélulas cerezas y guisantes un debate de dharma o de lo que sea y poder decir en cualquier momento tienes razón nunca lo había pensado así sentarme quieta y callada sin nada más que tiempo para estar como dicen en doctor en alaska memorizar poesías larguísimas y amargar al primero que encuentre recitándoselas aunque insista en que no quiere oírlas comer cosas crudas y con los dedos coger piñones gratis en los pinares buscar setas bucear en un cuarto de trastos antiguo y ajeno pintarme la cara con pinturas de guerra...

... Mañana puedo desgranar todo lo que detesto y entonces, en vez de sentir esta agradable y simple felicidad, lo más seguro es que sienta un tremendo tedio. Puedo producirlo de esta forma. Puedo fabricarlo pero hoy elijo no hacerlo y es que para algunas cosas tengo pocas luces pero mucha decisión.  Eso me protege.
 

Remedio infalible para el dolor de cuello



¡Ya!, dice la enfermera y como somos muy obedientes...¡¡empezamos a leer!!


Cortesía de PiliZN que cada fin de semana se encarga de hacernos llegar muchas cosas de todos los estilos. Y agradecidos que estamos.
   

Conservas podridas

 
La comida no es sólo comida, todo el Universo participa de ella. 

La apariencia humana se da a conocer en cada bocado.

Cuando tenía unos diez u once años, el padre del maestro Suzuki lo mandó a estudiar con otro maestro zen que era el discípulo de su padre. Estaba con unos cuatro o cinco chicos más. En primavera ayudaban a su maestro a preparar conserva de daikon. Los rábanos largos y blancos se amontonaban en barriles con sal y nuka (salvado de arroz).

También preparábamos esas conservas en Tassajara. La mezcla es seca por fuera pero en cuanto el barril se asienta, sale agua de los rábanos, que humedecen la nuka y así se salan los rábanos. Al menos así es como debería funcionar. La sal actúa de conservante. El salvado de arroz da sabor y tal vez alimenta.

Un día en el templo de Japón, algunas de las conservas que habían preparado los chicos con el maestro no salieron bien; un grupo de rábanos desarrolló una serie de sabores “raros”, que es lo que sucede cuando no se pone suficiente sal.

¿Qué se puede hacer cuando algo no sale como debería, como se quería, como se tenía planeado?

SUTRA HANNYA HARAMITA

 
http://kirtimichel-traumwelten.de/id448.htm


Lo cantan unos alemanes que tienen la gracia en -----
En el Zen se habla poco, casi nada.

Pero oí decir que los dioses se regocijan cuando oyen cantar a los humanos (I Ching, Libro de los Cambios, echadle un vistazo, puede parecer un poco coñazo pero cuando te familiarizas con él, y no para adivinar COSAS, es un lujo de sabiduría)

Habréis escuchado el mismo sutra en otras tradiciones y cantado de mil maneras. Aquí, como se canta es muy austero, no tiene gracia (hasta que la encuentras, jai jai..) no por capricho, no se trata de hacer arte de la voz sino SIMPLEMENTE CANTAR, cada uno con su voz INVOCA... No imitéis a nadie, sólo cantad, como las sirenas y los delfines.

A continuación dejamos una traducción del Hannya. Al final hay un breve e interesante glosario. 
Traducción del texto chino al español por Bhikshuni Dzau Dzan, Fernando Tola y Carmen Dragonetti
Asociación Budista China en Argentina - Templo Tzong Kuan
Fundación Instituto de Estudios Budistas
Buenos Aires 1996

Cuando el Bodhisattva Avalokiteshvara practicaba la profunda Perfección del Conocimiento (Prajñaparamita), percibió con claridad que los cinco skandhas son todos vacíos y superó todo sufrimiento.

Oh Shariputra, la forma no es diferente del Vacío (shunyata), el Vacío no es diferente de la forma; la forma es el Vacío, el Vacío es la forma. Lo mismo (ha de decirse con referencia a) la sensación, la percepción, la volición, la conciencia.

Oh Shariputra, todos los dharmas tienen como característica esencial el Vacío. No surgen, no desaparecen, no son ni impuros ni puros; ni aumentan ni disminuyen. Por esta razón en el Vacío no existe la forma, ni la sensación ni la percepción ni la volición ni la conciencia; ni ojo, ni oído, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo ni mente; ni forma, ni sonido, ni olor, ni sabor, ni lo tangible ni las concepciones mentales; ni dhatu-ojo ni dhatu-conciencia de la mente; ni ignorancia, ni extinción de la ignorancia, ni la vejez y la muerte, ni la extinción de la vejez y la muerte; ni el sufrimiento, ni su origen, ni su cesación, ni el Camino; ni el Conocimiento ni la obtención. Como no existe nada que pueda ser obtenido, el Bodhisattva, por apoyarse en la Perfección del Conocimiento (Prajñaparamita), tiene su mente libre de obstáculos; por carecer de obstáculos, no siente temor, ha superado el error y la ilusión: ¡es el Parinirvana!

Todos los Budas de los tres tiempos (pasado, presente y futuro), por apoyarse en la Perfección del Conocimiento (Prajñaparamita), alcanzan la Suprema Perfecta Iluminación. Por esta razón ha de conocerse este Gran Mantra de la Perfección del Conocimiento (Prajñaparamita), este Mantra de la Gran Sabiduría, este Mantra Supremo, este Mantra igual a lo Inigualable, que puede eliminar todo sufrimiento, que es la Verdad por no ser falso; por esta razón ha de recitarse el Mantra de la Perfección del Conocimiento, el Mantra que dice así:

GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA (sánscrito)
(CHIEH TI, CHIEH TI, PO LO CHIEH TI, PO LO SENG CHIEH TI, PU TI SA PO JO -chino-)

Glosario breve
Avalokiteshvara: Uno de los Bodhisattvas más importantes del Budismo, símbolo de la Gran Compasión.

skandhas: Los skandhas son las cinco clases de dharmas (o factores de existencia) cuya reunión da origen a un hombre. Ellos son: la sensación, la percepción, la volición, la conciencia y la forma (equivalente en este caso al componente corporal). El texto enumera más adelante los skandhas para declararlos "vacíos".

forma: Rupa es propiamente la apariencia externa (forma, color) bajo la cual las cosas se presentan ante la vista. También por extensión designa a la materia y, tratándose del hombre, su cuerpo.

Vacío: el Vacío es la naturaleza auténtica de las cosas y como tal no existe como algo separado y diferente a ellas.

dharmas: Elementos constitutivos de la realidad empírica. La palabra dharma tiene múltiples sentidos: Doctrina (especialmente la Budista), elemento de lo existente, objeto del conocimiento mental, etc. Siendo los dharmas insustanciales y por consiguiente irreales, no pueden tener ni surgimiento ni desaparición reales. Se utiliza la yuxtaposición de contrarios para describir a los dharmas, cuya verdadera naturaleza escapa al conocimiento humano.

En el Vacío no existe la forma: En la realidad verdadera, que está al margen de todo lo que constituye la realidad empírica en que existimos.

dhatus: Los dhatus, como los skandhas, son dharmas en su sentido de elementos o factores constitutivos de la existencia, agrupados con miras a explicar la constitución del individuo. El término dhatu, como skandha, es un término técnico budista de valor colectivo, que designa a determinados dharmas: los seis órganos de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto y mente), sus seis objetos (forma, sonido, olor, sabor, lo tangible y los dharmas) y las seis clases de conciencia (o conocimiento) correspondientes, de modo que resultan seis tríadas: el dhatu-ojo, el dhatu-forma, el dhatu-conciencia del ojo, etc. De todos los dhatus el texto sólo menciona el primero (ojo) y el último (mente), sobreentendiéndose a los demás. También tenemos aquí la negación del Pratityasamutpada o Surgimiento Condicionado. Los dharmas que lo conforman son:

1. la ignorancia,
2. los residuos kármicos,
3. la conciencia,
4. la individualidad,
5. los seis dominios (es decir los seis sentidos y sus respectivos objetos),
6. el contacto (de los sentidos con sus correspondientes objetos),
7. la sensación,
8. el deseo,
9.el apego,
10. la existencia,
11. el nacimiento y
12. la vejez y la muerte, con todos los dolores y sufrimientos que comportan.

El Prajñaparamitahridayasutra sólo menciona el primero de esos dharmas (la ignorancia) y el último (vejez-muerte). El texto en esta enumeración está negando el Pratityasamutpada no sólo en su orden natural (anuloma), que expresa que con la existencia de uno de los factores de la fórmula se produce la existencia del siguiente y así sucesivamente, sino también en su orden contrario (pratiloma), que expresa que con la destrucción o cesación de uno de los factores, se produce la destrucción o cesación del siguiente y así sucesivamente.

El sufrimiento, su origen, su cesación y el camino que lleva a su cesación constituyen las Cuatro Nobles Verdades enseñadas por Buda. No existe el Conocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas y de la
Verdad Suprema (Prajñaparamita) ni la obtención de la Iluminación y del Nirvana, a que dicho Conocimiento conduce.

Tener la mente libre de obstáculos: Pasiones, odios y confusión mental con respecto a la verdadera naturaleza del mundo.

Parinirvana: La meta última, el summum bonum, la felicidad suprema, que pone término a las reencarnaciones y al sufrimiento. Por no participar en nada de las categorías y características propias de este mundo, por ser lo completamente heterogéneo y distinto, puede ser calificado de Absoluto, pero debiéndose excluir de la noción de Nirvana todo elemento deificante o sacralizante.

Buda: Aquí el término "Buda" (en sánscrito buddha) designa no al fundador histórico del Budismo, sino en general a todo aquel que ha llegado a la Iluminación (Bodhi).

Bodhi: En el texto bodhi, literalmente "despertamiento", "despertar" (francés "eveil", inglés "awakening"). El ser, durmiendo en el error, se despierta al conocimiento de la verdadera realidad de todo: el Vacío. El
Despertar, la Iluminación convierte al ser que la ha alcanzado en un Buda, en un Tathagata. Como tal obtiene un Mundo de Buda donde pasa a existir por millones y millones de años, predicando la Doctrina a otros seres y guiándolos hacia la Iluminación. Después de esa existencia quasi-eterna en su Mundo, el Buda ingresa en el Nirvana, la maravillosa extinción total.

Hay otra traducción en el blog del Comando:
http://comandodharma.blogspot.com/

siempre es bueno ver distintas traducciones. Por si acaso alguna de ellas es la llave de nuestra alma.
 

Soneto 126

  
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho,
 amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor: quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega describe perfectamente el estado de enamoramiento, lo escuché el otro dia en la película "Lope" y me volvió a la memoria su existencia. Por cierto, no os perdeis nada si no veis la pelicula, floja, floja floja. Mejor releer la poesia de Lope jejeje.
 

Nunca por miedo

 
Sea lo que sea que vayas a hacer, o dejar de hacer, que no sea por miedo. Si decides ir a una fiesta que no sea por miedo a que no te vuelvan a llamar o a quedarte sin amigos o a quedar mal. Si decides no ir que no sea por miedo a no ser el más divertido (o divertido a secas).

Ya sea un trabajo o una relación o tener un hijo o un perro o cambiarte de casa o sonreír sumisa y miserablemente, asentir con la cabeza lo que querrías combatir con la palabra... sea lo que sea, que nunca la razón sea el miedo.

Si al preguntarte por los motivos que mueven la decisión encuentras un rastro de ese olor podrido y sudoroso de comerciante rastrero, continúa en lo que estás, no te apartes, no cedas. Sólo una vez que haya desaparecido ese fantasma hecho de toneladas de nada, decide. En ese momento y de esa forma, tanto irte o quedarte estará bien. Continuar o abandonar, cualquier cosa, estará bien.

Porque no es lo mismo miedo que prudencia, miedo que cautela, miedo que buen juicio. Es distinto.

Que hay miedos y miedos. Hay miedos que son guardianes y miedos que son obstáculos. Los monstruos que guardan los templos dan miedo y así tiene que ser porque guardan un tesoro inmenso pero el miedo (mi miedo), con su meliflua corte de excusas, que yo pongo para entrar al templo es un obstáculo en la Vía.

Entrenar el fino olfato que nos permite discriminar entre unos y otros es labor de muchos días y años, de mucho mirar hacia dentro y nombrar sin juzgar lo que vamos encontrando. El resultado es una joya preciosa: el claro discernimiento y la espléndida libertad de ser sin miedo.

Por cierto, la foto pertenece a:  www.flickr.com/photos/crazy_beat/412458924 y tiene más.
 

Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga Libertad.

        

Mueren los hombres y sus cuerpos, se van con ellos sus secretos, lloramos la pena de ser "uno menos"...

Y no es verdad, seguimos siendo libertad, seguimos siendo ternura. Nunca desaparece la Vida. Aunque no sea con nuestro nombre ni con nuestro cuerpo ni con nuestro rostro, la libertad, la ternura o cualquiera de las grandes palabras permanecerán vivas y guerreando mientras haya un solo humano que las lleve galopando en su sangre.

Da igual que muera quien muera, somos guardianes temporales y transmisores de las cosas grandes. Como pudimos. Como podemos. Tantas veces torpes y de todos modos empeñados en hacer realidad aquello que nuestro corazón ama en lo profundo.

Murió Labordeta. Nosotros seguimos. Nada está perdido. "Hay, hermanos, muchísimo que hacer."

Un saludo reconocido, maestro.
           

Dogen (Ai go: Palabras de amor)

Depués de mucho andar de aquí para allá, buscando, aprendiendo, preguntando, practicando, Dogen volvió a Japón. Alguien le preguntó sobre los resultados que había obtenido. Él respondió: "Poco más que un ánimo tierno."

Escribió algo muy hermoso y acogedor acerca de ello:



"Seas quién seas,
extranjero, pariente,
amigo, enemigo,
te daré el mismo acogimiento y ternura,
sin distinciones.

La misma infinita paciencia tendré para ti
que con un recién nacido.

No te conozco,
tú no me conoces,
pero desde ahora te custodia mi amor"




(Hazlo tuyo: te vendrá bien a ti. Les vendrá bien a otros. Nos vendrá bien a todos. La tierra entera será bendecida.)
 

Una sesshin hace quince o veinte años


Llegados a ese punto Guisante no tuvo más remedio que aceptar ir a la sesshin. Y no quería de ninguna de las maneras. Ya se lo conocía bien y no la gustaba demasiado. Además, quitando la primera vez, que fue mágica, las demás le parecieron un rollo miserable, algo que pasar si no quedaba otra opción y las excusas no daban resultado. Este era el caso. Sus hijas estaban empeñadas en ir sin que a Guisante se le ocurriera ninguna explicación razonable, porque a Levadura se le levantaban todos los vientos cuando oía hablar de algo que se relacionara con los chinos, como ella decía, aunque solo fuera remotamente. Siempre, menos esta vez. Y Marmitako, si podía elegir, prefería un buen fin de semana tranquilamente en casa papando moscas antes que cualquier aventura en la que no tuviera a su mamá bien pegadita a su lado. Siempre menos esta vez precisamente. Por más que Guisante dejó meridianamente claro que no tenía ninguna gana de ir, no consiguió convencer a nadie. Ni siquiera a OjoFino, que normalmente dejaba que cada cual resolviera sus asuntos sin meterse en camisas de once varas. Siempre menos esta vez que le dio el ataque preguntón:

- ¿Va a ir Guisante por fin?
- No lo sé. Ya sabes el miedo que le tiene a la campanita...- le contestó PocoMiedo.
- Dile que si es por la campanita que no se preocupe. Yo me encargo de que no la toque.

- ¡Qué amabilidad!, dijo Guisante enfurecida cuando PocoMiedo le transmitió el mensaje que él suponía de alivio, -pues no, no es sólo por la campanita. Es que no quiero ir y punto-, siguió explicando ya no sabía si enfadada o a punto de echarse a llorar que últimamente estaba muy llorona, no sabía por qué. Lágrima-milagro, decían algunos esotéricos y recordaba Guisante con la remota esperanza de que, por algún raro casual, se cumpliera alguna de esas tonto-memeces. Y nada. Lloraba a moco tendido y ni un milagrito pequeño se le manifestaba. No al menos de los que se ven y eso que estaba muy atenta.

Y ahora que terminó la sesshin de Egino...


¿nada que compartir?

Esto me contaron:
*una mujer que se reconocía representante profesional de la torpeza (gasshô ante ella y ante los representantes de otras tantas cualidades como la torpeza);

*otro que rotulaba la cinta de su zafu con una integral, tan bonita ella (la integral, se entiende);

*alguien que se preguntaba si continuaban existiendo algunos ausentes;

*una monja que recuperó y aumentó su belleza tras separarse de su pareja (uno de los mejores tratamientos de belleza interior y exterior que se conocen) porque ya no se querían o algo así, eso que tantas veces pasa;

*mucha lluvia y una comida exquisita aunque no fuera cocido madrileño (felicitaciones y gratitud, enorme gratitud, al tenzo);

*uno que descubrió que hay más ego y barro en aguantar la postura más allá de los límites de lo razonable que en, humilde y tranquilamente, quitarla al tiempo que la campanita decía en su idioma: "se acabó" o sea: dong-dong.

*recuerdos para Alonso y su famoso "y tú más" interior cuando decidía prolongar el zazen un minuto que más bien eran quince;

*otro que por poco se arruina practicando una especie de mushotoku que ya le dijo Rafu que no era así, que negocios son negocios y se juegan con las reglas de juego de los negocios. No vas a jugar a la oca con las reglas del parchís, digo yo,vamos.

*a otro que parece que le debo una cena por haberse ordenado antes que yo encima de que habíamos quedado en hacerlo juntos y no me avisó, es que no me avisó! Yo sí: le advierto que todo lo más le invito a una caña a él y a su novia ;-)))

*recibido un saludo de una monja que sé y siento hermana y a quien "le debo una" por pasarme un trozo de pan para los gakis cuando yo ya me lo había comido entero.

*Todo esto y todo lo vuestro. Que mira que "cunde" y es sabrosa una sesshin aunque sea a distancia.

ZEN
Retiro de Meditación
"Sesshin" Otoño 2010

Del 9 al 12 de Octubre
En Egino (Álava)
"Casa de Oración Haitzur"
Con Raphaël Doko Triet.

Llegada el día 8 por la tarde
Partida el día 12 después de comer

NECESARIO:
Zafu (cojín de meditación), ropa amplia y oscura, saco de dormir (para alojamiento en albergue), cuenco, cubiertos y servilleta.

PRECIOS:
En albergue: 115€ para socios de la AZI -125€ para no socios
En habitación individual: 135€ para socios de la AZI - 145€ para no socios.

INSCRIPCIÓN

INFORMACIÓN:
- 945 293 242
- 656 722 523
NOTA:
Conviene, para la organización de la sesshin, incribirse con 10 días de antelación.

WEB:

Canción de invierno y de verano Angel González (Oviedo, 1925)

Cuando es invierno en el Mar del Norte
es verano en Valparaíso.
Los barcos hacen sonar sus sirenas al entrar en el
puerto de Bremen con jirones de niebla y de hielo
en sus cabos,
mientras los balandros soleados arrastran por la superficie
del Pacífico Sur bellas bañistas.
Eso sucede en el mismo tiempo,
pero jamás en el mismo día.

Porque cuando es de día en el Mar del Norte
—brumas y sombras absorbiendo restos de sucia luz—
es de noche en Valparaíso
—rutilantes estrellas lanzando agudos dardos a las olas dormidas.

Cómo dudar que nos quisimos,
que me seguía tu pensamiento
y mi voz te buscaba —detrás,
muy cerca, iba mi boca.
Nos quisimos, es cierto, y yo sé cuánto:
primaveras, veranos, soles, lunas.

Pero jamás en el mismo día


De donde viene este dolor?
No es esa la pregunta que nos hacemos desde hace tanto tiempo?

Será del desencuentro con los demas?
Será del desencuentro con nosotros mismos?

Toni.

Elogio de la pobreza

 
Dicen nuestros mayores que "de lo poco sobró y de lo mucho faltó"

Como todos los dichos y refranes tienen una experiencia detrás bien vivida y contrastada.

Últimamente me está empezando a sobrar tanta abundancia poseída. Pienso yo que el universo es abundante y que no hace falta que lo tenga todo en mi casa y a mi nombre. Es una carga pesada y agobiante tener que tener todos los libros que me gustan en mi biblioteca, pongo por caso y así con la gran mayoría de las posesiones. Mías.

Tengo la desagradable sensación de que poseyendo tanto todo me falta.

Cuando tenía poco, sin embargo... me resultaba tan suficiente que hasta podía repartir y seguir teniendo.


Volveré a esta reflexión una y otra vez. Seguro.
  




7.- Shih (El ejército)

   
Hexagrama7. El ejército

Recibimos este hexagrama cuando estamos a punto de ser desafiados por una situación difícil, por una "guerra", ya se trate de un problema objetivo o un conflicto con uno mismo o una situación que amenza nuestra independencia emocional. Al margen de cuál sea su naturaleza, debemos subyugar firmemente nuestro corazón infantil (ego) como parte de ese desafío.

Alcanzar nuestros fines por el camino de lo creativo requiere esperar con una actitud correcta. Esta actitud correcta es la de la independencia interior y el estado de alerta. Mantenemos el corazón firme independientemente del tiempo requerido para lograr los cambios. Tal firmeza interior acumula un gran poder creador; este poder sólo puede ser mantenido con una estricta disciplina interior y al adherirnos firmemente a nuestros principios.

El corazón que vacila nos traiciona, como cuando dudamos del camino elegido o como cuando al castigar a alguien alejándonos, lo hacemos con un sentimiento de venganza. Con tales pensamientos, abusamos de nuestro poder personal y creamos más obstáculos. El secreto de todo progreso se basa en controlar nuestro yo interior, simbolizado aquí por la imagen de poner orden en el ejército.

El ejército hace referencia a adquirir la relación correcta entre lo superior y lo inferior de nuestra personalidad. Nuestra personalidad (el ejército) requiere un conductor (el hombre superior) que tiene una actitud fuerte y perseverante porque la fortaleza es requisito en estas situaciones en las que el indisciplinado y consentido niño que llevamos dentro intenta imponer su voluntad. Cuando el niño mimado gobierna es como si el sargento hubiese convencido a los soldados rasos de que él es el mejor para conducir el ejército. Al no tener una visión global, lo lleva a la derrota en tiempos de guerra. Cuando la tropa es guiada por el hombre superior (la naturaleza superior que está en cada uno de nosotros), el ejército avanza y se retira según las condiciones de la situación. Al usar los medios correctos, sirve al bien y permanece firme conforme a los principios.

El hombre superior prepara las tropas para las batallas venideras explicándoles la necesidad de disciplina bajo el fragor del combate; tienen que actuar sólo cuando él lo ordene y les informa de las consecuencias de la batalla si se dejan llevar por las emociones o los impulsos inmediatos, ciegos y egoístas.

Los inferiores (nuestra naturaleza egoica, infantil y egoísta) parecen ser un cuerpo carente de inteligencia. Las células del cuerpo nos informan de sus necesidades; nos damos cuenta de una forma inconsciente de estos sentimientos no verbalizados a pesar de que también son verbalizados como voces interiores. Si los ignoramos se vuelven persistentes: "tengo hambre", "estoy cansado". Pero también responde a la información dada por el hombre superior como cuando les aseguramos que la comida llegará y aceptan ser pacientes. Los médicos usan estas técnicas par adquirir la cooperación de los inferiores para soportar el dolor o la incomodidad, algo que hacen cuando comprenden que es por su propio bien y se les hace entender que se trata de algo temporal y soportable.

En este hexagrama, la guerra se refiere a los conflictos que subsisten mucho tiempo entre nosotros y a otros que se originaron como litigios. Un pleito que ha sido resuelto por la fuerza deviene en guerra. Aunque hayamos ganado el caso como cuando llevamos nuestras penas a los juzgados y se falla a nuestro favor, el hecho de haber usado tales medios ocasiona una guerra que se prolongará, quizás, durante años.

La guerra también se refiere a pequeñas batallas en las que somos desafiados por la gente que duda de nosotros o que está envidiosa de nuestra independencia. Nos prueban para ver si nuestros valores son firmes y reales. Alguna gente tiene egos que parece que van de caza: atacan allí donde perciben áreas de debilidad. Parece como si quisieran demostrar que el bien desinteresado realmente no existe y así quedan exonerados de seguir el bien ellos mismos.

Las guerras también tienen lugar entre nosotros y nuestro hombre inferior. Nuestro ego intruso plantea dudas que algunas veces deben ser combatidas y ante las que en otras ocasiones debemos retirarnos.

En todas las situaciones de guerra la victoria llega cuando nos distanciamos de la situación. Esto es posible si volvemos a alcanzar la calma interior simbolizada por la serenidad de un lago luminoso; en este estado de claridad mental se recobran la fortaleza interna y la independencia emocional.

Siguiendo los principios del I Ching, todos los desafíos deben ser superados con medios modestos. Toda guerra, en conjunto, debe ser ganada con un incremento de beneficio laboriosamente establecido.

Después de cada batalla consolidamos y protegemos nuestras ganancias retirándonos (recuperándonos) para reestablecer nuestra independencia y simplicidad. Esto requiere que sacrifiquemos todo sentido de poder alcanzado mediante la victoria. Nunca intentamos hacer cambios al por mayor, saltarnos pasos o detenernos a disfrutar de lo conseguido sinoque debemos dejarnos ser guiados hacia adelante ininterrumpidamente, conscientes de lo que ha sucedido pero no prolongándolo. Impedimos que nuestro ego se apodere de nada de ello.

Claves
.Descubrir y asumir desde el inicio cuál es la función que nos corresponde en cualquier situación que nos encontremos.

.Desempeñar ese rol sin eludir las responsabilidades que implique y sin perder de vista el objetivo a lograr.

.Asegurarnos de que no sean el estrés, el orgullo, el egoísmo, la envidia, la vanidad o la impaciencia quienes controlen en realidad la situación en la que nos encontremos.

.Aprovechar las posibilidades que nuestra posición nos otorgue y también reconocer y renunciar a lo que esté fuera de nuestro alcance o posibilidades.

.Desempeñar nuestra función sin dejarnos llevar por la rabia y por tanto la ofuscación, ante posibles injusticias o abusos.

.Siempre tener en cuenta que desempeñar el rol que nos corresponde no significa que seamos merecedores de ningún premio, recompensa o distinción especiales. Es decir: cumplir la función independientemente de los reconocimientos a los que creamos tener derecho.


Mushotoku