Ango 1-5 de junio, 2005. Quinto día

once y media (después de las ordenaciones)
A partir de la ordenación, a partir de zazen, debéis desarrollar prajna, la Gran Sabiduría, la Gran Belleza.

Si seguimos el curso de nuestros pensamientos, si seguims nuestra propia inercia, se interrumpe prajna. Es como un río cuyo curso se pretendiera cambiar con fines personales. Desde el momento en que hay pensamiento de sabiduría, hay prajna, y el maravilloso río de prajnafluye libremente. Hacedlo realidad, por favor, en vuestra vida, aquí y ahora, a través de la práctica,  través del kesa que habéis recibido.

El kesa reúne todo, eleva todo. Hace rico al más desgraciado, devuelve a los pobres su dignidad. En el kesa no se olvida nada, cada cual tiene su lugar. Nadie queda excluido y la forma del kesa es universal. Si comprendéis el sentido de este kesa, podréis seguir practicando juntos, en armonía, más allá de vuestras diferencias. Más allá de las diferencias hay algo que nos une a todos. Podéis comprenderlo y estudiarlo a través del kesa.

Evidentemente, si miramos nuestras diferencias, son innumerables pero si miramos el kesa, todo se evapora.

En el siglo pasado hubo una mujer de origen suizo que no tenía nada que ver con el zen. Era una gran viajera, atravesó los países de Oriente. Se llamaba Elsa Maillard. Al final de su vida, en sus memorias, escribió: "Al viajar, cuado era más joven, lo que más me impresionaba era la diferencia entre los pueblos y hoy, lo que los une."

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