Yo también soy un buda que siente y padece
Es de las cosas que más me sorprenden (y hablo en primera persona). Sé lo que tengo que sentir, lo que tengo que pensar, cómo funcionan las emociones, la memoria, el pensamiento, la programación mental, el condicionamiento, el descondicionamiento, cómo hacer para obtener la liberación... pero nada, absolutamente nada, me libra de ser humana y sufrir de vez en cuando.
Hay un libro de David Brazier, que ya no tengo porque lo regalé, titulado "El Buda que Siente y Padece". Ahí fue donde descubri una pequeña-gran cosa que se me había pasado por alto de las Cuatro Nobles Verdades. Leí y escuché, por activa y por pasiva más veces de las que puedo recordar, esa frase: Las Cuatro Nobles Verdades. Mira que es simple, que son justo cuatro palabras. Bueno, pues la de "Nobles" se conoce que la tuve poco en cuenta. Y es muy importante. Que sean cuatro o veinticinco da lo mismo. Lo que importa es que son Verdades y que la realidad de ellas es Noble.
Alguien me preguntó un día en la consulta: "¿Los `grandes´ también sufren?" Yo creo que sí. Creo que sienten más incluso que cualquiera que se haya convertido en zombie o que no haya salido de ese estado. Creo que son grandes porque son apasionados. Creo que precisamente porque conocen bien el sufrimiento que se dedican con mayor ahínco a aliviarlo. Creo que en el Gran Sufrimiento está la semilla de la Gran Compasión. Creo que hay sufrimientos inútiles y Nobles Sufrimientos y que esa es la diferencia. Que a unos nos quedamos enganchados y nos individualizamos más y con los otros trascendemos esa individualidad y se transforman en amor y compasión.
Y éso alivia el mundo entero incluidos nosotros mismos, de quienes no es lícito olvidarnos, que ya lo dijo Jesús el Cristo: "Amad al prójimo como a vosotros mismos." No más y no menos. Y tal y como me amo a mí así voy a amar a los demás. Está claro.
Creo.
Etiquetas:
reflexiones
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 pensamientos +:
Publicar un comentario