APEGO

El monje se afeitó la cabeza como un símbolo de renuncia.
Pero ahora no va a ninguna parte sin su pequeña gorra.

Es divertido ver a alguien que dice ser un renunciante gritar puerilmente por sus pocas magras posesiones. ¿Por qué renunciar al mundo cuando en realidad no puedes? Antes de cortarte el cabello, pregúntate si puedes permitirte dejar tus apegos. Antes de dejar tu libertad, pregúntate si puedes someterte al orden monástico. Antes de decir que eres espiritual, pregúntate si puedes dejar los deseos mundanos.

No estoy tratando de burlarme de los monjes. Estoy haciendo la observación de que cada camino en la vida tiene sus propios sacrificios y sus propias privaciones. Antes de embarcarte en un sendero, busca minuciosamente en ti e investiga completamente la senda. Entonces disiparás las dudas. También reducirás la probabilidad de hipocresía.

Quienquiera que seas, vive tu vida completamente. Si eres un plomero, sé el mejor plomero. Si eres un santo, sé el mejor santo. Si eres común, sé común. Si eres extraordinario, sé extraordinario. Las personas sólo yerran cuando tratan de ser lo que no son.

Meditaciones Tao de cada dia.

2 pensamientos +:

Kyosaku dijo...

Muchas veces acudo a los textos de otras personas que encuentro por ahí. Son textos que resuenan conmigo pero que yo no soy capaz de expresar.
Mientras no tenga la gracia de expresarme, tendré que acudir a la verbigracia de otros que lo hacen mejor que yo.

Ane dijo...

Eso me recuerda una paciente que me decía: "Lo sé leer y lo sé escuchar, pero no lo sé decir". ¡Y cómo la entiendo! Por eso lo que más me gusta es ser una "escriba" (ya lo he dicho otras veces). Me gusta transmitir y transcribir lo que otros, que sí sabían expresar lo sagrado, dejaron dicho o escrito.
Y ahí andamos. Tan felices.

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