A callar





punto y final.

Interdependencia



Una de las cosas que me resulta engorrosa de practicar zazen es que las personas de mi alrededor lo sepan porque desde el mismo momento en que se lo digo, comienzan a dar por sentado que soy coherente, madura, inalterable, impecable, comprensiva y pacífica. O borde, seca, seria y tajante. Empiezan a esperar respuestas sorprendentes e incomprensibles, profundísimas de puro simples... por poner sólo unas pocas de las características que se nos suponen.

Y resulta que sí, que soy todo eso y todo lo contrario y que todo depende. O sea, como todos los demás excepto por la sutil diferencia de que yo en concreto, me dedico al noble arte de asumir que no soy nada de todo eso definitivamente, con todo el mundo y en todas las situaciones. Al noble arte de comprender profundamente que DEPENDE, podría decir mejor que DEPENDO o más precisamente todavía, que DEPENDEMOS.

Y así pensado (de pronto) en vez de invadirme la amargura esperada, me encuentro con una marea de alivio. Anda!, resulta que no soy culpable de la felicidad o el malestar de nadie, sino co-culpable, co-responsable, co-dependiente (más bien interdependiente)... qué bien que al menos seamos dos para repartirnos la carga del mundo entero. Pero sé que somos muchos más que dos, que somos todos juntos, de todos los tiempos, de todos los lugares.

Ahora ya sólo me falta que mis “sé”, mis “creo” y mis “pienso” pasen a ser células funcionales y funcionantes. Eso. Un pasito de nada.



Elefante o mariposa



Lo cierto es que un elefante es una pésima mariposa.

Cuando alguien se empeña en ser efímero, brillante y repleto de color cuando resulta que es contundente, pesado y aplasta cuanto matojo y arbusto sale a su paso..... no es una buena idea.




o un tigre que se obliga a ser gusano.


Y al revés.


Queda raro.


Si soy mala y dañina se puede decir que, de todos modos, cumplo la necesaria función social de ser el enemigo a batir y que, así por la bobada,  hago buenos a todos los demás. Aunque no me lo van a reconocer de ninguna manera.

Tampoco me van a dar las gracias por ser una sosa y la verdad es que los sosos somos adorables porque un poco de silencio nos vale para la felicidad y eso requiere poco esfuerzo

Nadie me aplaudirá si soy torpe aunque deberían, las cosas como son, porque al compararse conmigo cualquiera puede sentir la gloria de ser un genio y ésa me la deben.

Y hay mil ejemplos más y tú verás cuál es el tuyo. Sea cual sea, lo que eres siempre es de utilidad.

Relájate y disfruta. Si bien lo miras, las cosas simplemente sucedemos, las cosas simplemente somos. Y la Vida nos usa como la parece bien. Ella sabrá.


Respira.......


  
Respira como si tuvieras los pulmones en el vientre y.........





estarás en las manos de la vieja madre Tierra 
















y Ella te convertirá en una ofrenda 















y seréis la misma oración. Vieja y nueva. 

Eterna.

la magia de reír



He comprobado que una de las cosas que más nos gusta a las estrellas del musgo es jugar; tanto que incluso sabemos hacerlo muy en serio y con cara circunspecta hasta que la risa nos toma por asalto y es entonces que no podemos por menos que reconocer que todavía más que jugar, nos gusta reír.

Y como a los descreídos siempre hay que enseñarles como muestra un botón:

1- Piensa en alguna de tus creencias limitantes y reconoce cómo afectan tu vida.
Siéntelo en el cuerpo y date cuenta de cómo tu futuro está condicionado por ella.
Siéntelo profundamente en todo tu ser.

2- Tras un par de minutos, sintiéndolo (bien sentido del todo; no te dejes trozos sueltos) en tu cuerpo, puedes pasar a preguntarte:
¿Es realmente verdad esto que me creo? y ¿lo opuesto también podría ser verdad?... a lo mejor también...

Ejemplo: "No puedo confiar en nadie, me las tengo que arreglar solo" (creencia que te limita)
"Hay varias personas en las que puedo confiar, ya que me dan su apoyo" (creencia opuesta)
Pero esto es solamente un ejemplo, valen también esos de "no valgo para nada", "no tengo amigos de verdad" "nadie me entiende" "nunca me sale nada bien" "qué fe@ soy"...
3- Repite la creencia opuesta y altérnala con la creencia vieja.

Haz esto varias veces, repite la creencia que te limita y altérnala con la creencia opuesta.

4- Luego de un par de minutos haciéndolo, pon la grabación que está debajo y déjala hasta el final mientras mantienes bien presente en tu mente esa creencia que te impide, anula, obstruye, angustia, aburre, aterra...





..............¡He dicho hasta el final!........ 

............. anda, repite!