El Filandón



"El filandón es una reunión que se realiza por las noches una vez terminada la cena, en la que se cuentan en voz alta cuentos al tiempo que se trabaja en alguna labor manual (generalmente textil). Tal reunión se solía hacer alrededor del hogar, con los participantes sentados en escaños o bancadas" (me aclara wikipedia)


La cuestión es que me gustan los cuentos, historias y cotilleos. Me gusta escucharlos y me gusta contarlos.

Esas que comienzan por “me acuerdo de una vez...” que pueden ser de dojo y sangha o de tiempos clandestinos;

De montaña y escaladas de esas en las que uno se sabe como una arañita agarrada a la roca que Ella (la montaña) se puede sacudir en cuanto quiera con la pequeña ayuda del viento y la niebla y la nieve.

O del Gran Sol donde faenan algunos locos marinos porque dicen que no es un buen sitio para estar.

Y como todo esto suele suceder por la noche, me encanta que también me cuenten cosas misteriosas y un poco de miedo.

También me gusta que me narren de intuiciones extraordinarias y coincidencias asombrosas; de esas ocasiones en que uno siente, sin lugar para la duda, que realmente hay un ángel atento contratado a tiempo completo para guardar la espalda y la vida que tan alegremente nos jugamos demasiadas veces.

Claro que no hago ascos a esas otras que se inician con una sonrisilla y un “¿ah, que no sabíais que Tal está con Cuál? Pues sí, veréis...” o algo parecido......

Parece que ya no se llevan las noches de invierno al calor de la chimenea. Sólo parece porque apuesto algo (y seguro que no lo pierdo) a que no habría ni uno sólo de los que hasta aquí habéis llegado leyendo que se resistiera a una tertulia de estos estilos.

Pues nada, cualquier día después de un buen zazen de invierno.....

(ésta se la debo a Kosiki por una cosa y a una prima mía que es tonta, tonta, pero tonta del todo, por otra. Y sin embargo...)

3 pensamientos +:

Piedras dijo...

Me veo en tus escritos, Ane. Y eso hace que me aleje de mi y me acerque a todo lo demás. Haces que te quiera

Anónimo dijo...

Lo de el Reino de León siempre ha marcado historia. Bien por recordar una tradición que aún perdura, sobre todo en la montaña, aunque tiene que luchar contra las redes sociales. El filandón sí que es un auténtica red social.

Luis Cano Ruiz dijo...

Al final el ruido y las prisas ahogan estos momentos, que seguro que a más de uno y más de dos nos servirían para ordenarnos por dentro.

Gracias por este tipo de entradas, que te dejan sonrisas y ganas de ponerlas en práctica.

Cuídate.

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