Tamiz

Un tamiz grueso atrapa poco.
Una malla fina atrapa más.
Si quieres lo sutil, sé refinado,
Pero prepárate para tratar con lo burdo.

La ironía de vivir espiritualmente es que te vuelves más sensible y más sutil. Por lo tanto, te vuelves intolerante a lo burdo. No hay mucha elección en esto. Si quieres asir las cosas sutiles en la vida, debes volverte refinado. Pero las cosas burdas se acumularán entonces aún más rápido. Un filtro grueso en un rápido arroyo sólo contendrá escombros y grandes rocas. Una malla fina atrapará cosas más pequeñas, pero también retendrá las más grandes.

Algunas personas intentan enfrentar esto desarrollando múltiples capas. Establecen una serie de mamparas a sus personalidades, de lo burdo a lo sutil para así poder lidiar con todo lo que la vida tiene para ofrecer. Esto es bastante encomiable desde un punto de vista ordinario, pero desde el punto de vista del Tao, es una gran molestia.

¿Qué hacer? Si permanecemos burdos, sólo lo burdo viene a nosotros. Si nos volvemos sutiles, ganamos lo refinado pero somos plagados por lo burdo también. Si desarrollamos múltiples capas, creamos una complejidad que nos aisla del Tao.

La solución radica en flotar en la corriente del Tao, uniéndose con ella. De esa manera ya no buscamos retener o rechazar.

2 pensamientos +:

Ane dijo...

Que ya se dice en el Shin Jin Mei (incontestable): "Porque aceptamos o rechazamos. Ésa es la razón por la que no somos libres".

Muiso dijo...

¡¡¡¡Lágrimas ¡¡¡¡Derramar lágrimas. Las lágrimas limpian el tamiz de lo burdo.

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