Elogio de la pobreza

 
Dicen nuestros mayores que "de lo poco sobró y de lo mucho faltó"

Como todos los dichos y refranes tienen una experiencia detrás bien vivida y contrastada.

Últimamente me está empezando a sobrar tanta abundancia poseída. Pienso yo que el universo es abundante y que no hace falta que lo tenga todo en mi casa y a mi nombre. Es una carga pesada y agobiante tener que tener todos los libros que me gustan en mi biblioteca, pongo por caso y así con la gran mayoría de las posesiones. Mías.

Tengo la desagradable sensación de que poseyendo tanto todo me falta.

Cuando tenía poco, sin embargo... me resultaba tan suficiente que hasta podía repartir y seguir teniendo.


Volveré a esta reflexión una y otra vez. Seguro.
  

11 pensamientos +:

Luis Cano Ruiz dijo...

Me acabas de fastidiar... Por e en parte tienes razón, pero... me encanta tener todos los libros en la estantería, rebosantes...

Pensaré sobre ellos, aunque veo difícil resitirme a la tentación de no gardarles.

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Entonces será mejor repartir, que dicen que si se comparte se duplica, no? ;)

Un abrazo! :)

Me gustó tu reflexión!

Anónimo dijo...

Cuando ya tenemos la barriga llena, más o menos los sueños realizados y los hijos criados, a que debemos aspirar? que nos falta?

Muiso dijo...

Estimado "Anónimo", con las premisas que expones, si tu mism@ no optienes la respuesta......morirte tranquilamente jajajajajajaja

Buena muerte amig@.

Gloria dijo...

Releyendo un libro que hace años me llegó a las manos encontré una cita de un tal Boberach que dice así:
Despositario, propietario en custodia
de lo que hay dentro de mi piel.
Vengo de no sé dónde
Soy no sé quien.
Muero no sé cuando.
Voy a no sé dónde.
Me asombro de estar tan alegre.

Parece un koan.

Gloria dijo...

Perdonad el escrito es de Martinus Von Biberach

mikaela dijo...

Incorporo a los dos, Ángel González y Martinus Von Biberach, a mi repertorio de favoritos. ¡Pero qué bien dicen las cosas algunos!

mikaela dijo...

Después de tener la barriga llena, los hijos criados y los sueños realizados... nos falta... contar cómo lo hicimos por si puede usar nuestra experiencia... por si acaso...

Comando Dharma dijo...

Hoy en día la pobreza es un factor de marginación social, es natural que en una sociedad que existe gracias al consumismo, la gente que no tiene para gastar sea considerada absolutamente inutil.

Más allá de la pobreza material, creo que hemos de conservar la pobreza de espíritu.
O el espíritu del pobre.
Ese espíritu que hace que un plato de comida sea un regalo del Universo, un vestido hecho de arapos nuestro más preciado tesoro, la sombra de un arbol una conjunción cósmica hecha aquí y ahora para nosotros, un amigo en la via ( o quise decir vida...) el mismo Buda.

Cuando comenzamos el Dojo en Mataró las cosas estaban así:
La madera es una plancha de cortar verduras,
la maza un soporte para papel de cocina,
la campana un viejo cazo de aluminio que ha perdido su asa,
el mokugyo una caña gruesa de bambú,
el dojo un trozo de un comedor al que le pusieron un altillo de madera.

Pero cuando me siento en zazen, mi cuerpo es la cueva de Bodidharma o el viejo Arbol Bodhi.
Y cuando miro al cielo, Venus apenas ha cambiado.

Cinco años después nada había cambiado.
La madera es una madera

la maza una maza,
la campana una campana,
el mokugyo un mokugyo,
el dojo un dojo.
Pero cuando me siento en zazen, mi cuerpo es la cueva de Bodidharma o el viejo Arbol Bodhi.
Y cuando miro al cielo, Venus apenas ha cambiado.

Anónimo dijo...

¿Y si a los pobres nos diera por decidir que "lo bueno" es serlo? ¿Y si nos diera por hacer de la pobreza la mejor bandera?
Me parece a mí que lo malo es que después de todo y en el fondo me avergüenzo de no tener lo que los que tienen me han convencido de que hay que tener. Lo malo es que me lo he creído. Lo malo es que yo también pienso que si no tengo no valgo.

Muiso dijo...

Hay un momento en el devenir de la vida en el que todo se pierde y se entrega la ultima moneda al barquero Caronte. Y yo me pregunto ¿ Si el final de nuestra vida, que no existencia, se caracteriza por la pérdida total. Por qué no ir entrenandote ya para ello ? Si el entrenamiento es correcto el "trauma" de la pérdida será menor o, mejor aún, no habrá tal "trauma" es una cuestión de plasticidad cerebral. Es lo inteligente esto, creo.

Desde otro punto de vista: El nivel de tenencia y consumo del primer mundo es insostenible y venenoso para nuestra madre Tierra. Menos es más sano para ambos, Madre e hijos.

Otrosí: El amor está ahí, envuelto en belleza y oculto entre los segundos de la vida, si no nos detenemos unos instantes a lo peor nos lo perdemos. ¡¡¡¡ Que produzcan más otros ¡¡¡¡ Yo no quiero prisas.

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