Mujeres (hombres) que aman demasiado

   
El día después del dedicado a la violencia del género que sea porque, hombre o mujer, quien ejerce violencia agrede. Y quien la consiente y sufre, sufre....


Así comienza Robin Norwood su libro "Mujeres que aman demasiado"

"Cuando estar enamorad@ significa sufrir, estamos amando demasiado.

Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amig@s íntim@s son acerca de él/ella, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y cuando casi todas nuestras frases comienzan con "él/ella...", estamos amando demasiado.

Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su terapeuta, estamos amando demasiado.

Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él/ella, estamos amando demasiado.

Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractiv@s y cariños@s, querría cambiar por nosotr@s, estamos amando demasiado.

Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad físicas, sin duda estamos amando demasiado. A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común que casi creemos que es así como deben ser las relaciones de pareja..."

Y no, y no y no. Amar es otra cosa mucho más bella y plena, liberadora y libertaria, productiva y operativa, creadora, brillante y tierna... porque cuando amo, del verbo AMAR,  y (con un poco de suerte) soy amad@ -del mismo verbo- pasan cosas hermanas de la magia grande.

Porque sucede demasiadas veces que amamos a lo tonto y a lo bobo. Y muchas veces el ser donde habita el buda, escondido al fondo, no lo merece...
     



Mujeres que aman demasiado (si pinchas aquí, te lo descargas)

14 pensamientos +:

Anónimo dijo...

En el cristianismo me enseñaron a amar sin límite y yo me lo creí. Y he tratado de practicarlo toda mi vida. A veces ha sido doloroso. Ahora veo que hay personas y libros que advierten del peligro de "amar demasiado". Creo que yo, a veces, lo he hecho. Pero si hago balance, ahora, aqui, pienso que ha sido positivo, ha sido GOZOSO. Aunque, en el fondo, no sé, este tema me deja muy perplejo ...

Besos.

mikaela dijo...

No sé, cada uno tiene su historia y sus motivos.

Un día una mujer me contó que su marido no la trataba muy bien y que, en buena teoría "actual", tendría que dejarlo. Si no lo hacía era porque tenía con él una deuda antigua, de otra vida anterior, que retribuirle. No era ni feliz ni razonablemente feliz, pero estaba haciendo lo que consideraba correcto, eso explicó. Y, como no me estaba preguntando mi opinión, me quedé calladita y con cara de póker.

Pero sí, es un tema un tanto espinoso.

A mí me parece que lo "suyo" es rotar al tiempo sobre uno mismo y alrededor del otro. Como la Tierra y el Sol.

^^

Anónimo dijo...

También l@s hay que son víctimas de mujeres-hombres que "aman" demasiado

nubeaguablog dijo...

Las palabras de tanto usarlas ( y "amar" es una de ellas),acaban perdiendo su verdadero significado. Se acaba confundiendo la gimnasia con la magnesia.
Nunca se ama demasiado. Es que nos amamos a nosotros a través de los otros.

mikaela dijo...

Sí y sí. La gente que ama demasiado deja muchas víctimas aparte de ell@s.

Y no aman. A lo mejor se lo quieren comer, que no es lo mismo. O a lo mejor quieren jugar a muñecas, que tampoco es lo mismo.

Qué buena banda de "tertulianos"!

Con todos estos aportes, al final voy a aprender a amar como es debido :))

Anónimo dijo...

amor.

(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.


2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.

3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.


egoísmo.

(Del lat. ego, yo, e -ismo).

1. m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.

2. m. Acto sugerido por esta condición personal.


Cuando se consigue eliminar el egoísmo en una relación, es posible empezar a hablar de amor.
Por eso creo que el exceso de amor hacia otra persona no es el inconveniente, el inconveniente está en el exceso de amor a uno mismo.

Xaro La dijo...

Amar desde mi humilde opinión no es dejar que te chafen, ni doblegarte, ni permitir que te sometan, en nombre del amor, mas bien es una forma de posesión enfermiza...

Como bien dices "Amar es otra cosa mucho más bella y plena, liberadora y libertaria, productiva y operativa, creadora, brillante y tierna..."
Buena entrada (desafortunadamente muy al orden del día)

Un abrazo ane

El anónimo dijo...

Yo no sé lo que es el amor.

Supongo que será como levantarse un día temprano y respirar el aire fresco de la mañana. Como darse cuenta de que ese día, tal y como amanece, junto a quien amanece, contiene toda la fragancia de la vida. De mi vida.

No siempre amanezco junto a quien quiero. No siempre es temprano, y no siempre respiro el aire fresco de la mañana. No siempre me doy cuenta de todo eso, no siempre huelo la fragancia.

Si sintonizar con quien te rodea hasta el punto de no poder distinguir si cada pensamiento es de uno o del otro, si sentir que cualquier cosa que ocurre se convierte inmediatamente en parte del plan que tienes en mente, si vivir de acuerdo con todo lo que ocurre en cada momento, sin tener miedo de nada que pueda acontecer, pues confías plenamente en cualquiera que sea tu destino... Si sumergirse en una inmensa felicidad que desborda todo razonamiento y explicación, que disuelve toda comparación, que resuelve toda preocupación... si darse cuenta de todo ello, si todo eso fuera el amor...

Entonces tampoco sé lo que es el amor. Sólo conozco su recuerdo.

Y mientras haga eso, mientras intente recordar el amor, sólo lo estrangulo, le corto sus alas. Lo recuerdo una y otra vez haciendo un nudo cada vez más fuerte, olvidando que ahí ya no hay amor, que sólo es su anhelo, mi deseo, lo que estoy atando con la inevitable cuerda de mi mente.

Sólo soy un necio más intentando comprender que la primavera no puede ocurrir si impido que lo haga el invierno, intentado comprender que para que el amor florezca, no hay nada que impedir. Simplemente hay que confiar en la naturaleza, en la naturaleza de su semilla. La libertad.

Qué fácil me es pronunciarla. Qué imposible me es llevarla a cabo. Pues sólo hago que ponerle nombres, que darle explicaciones... que imponerle límites.

Ojalá olvide todas estas estupideces que escribo aquí, ojalá olvide al amor para siempre. Quizás así tenga una oportunidad de amar.

Xaro La dijo...

Oh no digas eso anónimo, el amor es grande,un día llamará a tu puerta y lo reconocerás... mucho mas si es el amor universal, cósmico
saluditos

mikaela dijo...

¿Tienes blog "El anónimo"? Lo digo por apuntarme :)

¿Serás el "usuario de los mil nombres" (como Kannon, la de las mil manos, la de los mil ojos...)

Saludos

Diego dijo...

Sí, tengo un blog, y ya estás apuntada. De hecho lo administras tú, ane.

A causa de mi impostura, ha sido posible que mucha gente me confunda con un maestro. Y también ha sido posible que otro tanto me confunda con un estúpido.

No es diferente gente, es más bien gente diferente. Diferente a mi, diferente a lo que supongo para ellos en cada momento. Es la diferencia que permite que ellos y yo existamos como tales, y no como totales.

Es gracias a esa confusión, que yo no sea nada de lo que nadie supone. Es gracias a ello que soy consciente de que sólo aparento ser quien soy... y quien no soy. Que no sería nadie sin mi apariencia, y que mi apariencia no me pertence a mi, sino a quien la proyecta sobre mi... como si fuera la suya. Gracias a todos, gracias a que todos sois... yo soy.

Pues ya he visto a la nada, mirándose como si fuera alguien.

Soy un impostor a los ojos de cualquiera que pueda ver a través de mi. No digo nada nuevo, nada bello, nada inteligente, ni nada de nada... en realidad. Pretendo hacerlo sin que parezca que pretendo hacerlo.

Sólo giro en círculos, intentando ir a algún sitio. Quien gira conmigo es un ingenuo y quien se detiene, sólo se está preparando para serlo.

Sólo pensar en dar un nombre, uno solo, a lo que pienso, a lo que digo, a lo que escribo, a lo que hago, a lo que me dedico, a lo que soy... me hace gracia.

Sería todavía más mentira aún que todo lo que ya he dicho hasta ahora.

Sería aún más impostor si sólo tuviese un nombre. Es más cierto que en mil nombres, caben muchos más sinónimos de anónimo.

Y más cierto aún es que a cualquier blog que te apuntes, ane, también me apuntará a mi.

mikaela dijo...

Una verdad detrás de otra. Lo he tenido que leer un par de veces y despacito, no creas.

Total, que... respetos.

Anónimo dijo...

Es una gozada andarse por este blog. Me gusta, definitivamente ¡me gusta! Felicidades a ti, Ane, y a todos los tertulianos. Es maraviolloso ver como la profundidad, la sensibilidad y la vida como una aventura creativa florecen por aqui. Un abrazo para todos y cada uno.

mikaela dijo...

Y a mí me gusta que te guste!.

Quedas apuntado como tertuliano. El estilo lo dejo a tu elección.

Un abrazo

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