Algunas veces...

..., en el combate (y no nos engañemos, combatimos diariamente contra muchas cosas de todo tipo: la enfermedad, la injusticia, nuestros errores...), hay que levantar el escudo y plantar la lanza.

La guerra no es deseable. Contra otros es el último recurso. Contra algunas cosas de nosotros mismos... bueno, es la guerra santa de la que habla el islam y no creo que esto resulte escandaloso.

Plantar la lanza significa mantener la posición elegida. Levantar el escudo de armas, significa usar aquellas virtudes que por linaje nos asisten y pertenecen para protegernos contra el enemigo, sea cual sea, del interior o del exterior. Son las que corresponden a la combinación del apellido paterno y el materno recibidos como herencia o, por simplificar -porque la simbología de la heráldica es muy rica-, la del paterno o, si nos identificamos más con la sangre de la madre, el materno. Cada cual sabe.

Son las cualidades más nuestras, los valores que nos sujetan. Virtudes que hay que mantener listas y afiladas, que hay que entrenar en el minuto a minuto de cada día para evitar la guerra y mantener nuestra paz y de paso la de todos.

No sé si me explico bien pero no lo voy a intentar más. Mejor entrad en esta página y ved cuál es vuestro escudo de armas. A lo mejor os descubre algo....

http://www.heraldaria.com/armorial.php

Por lo menos será interesante, que no es poco.

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