Una conversación sobre zen y dios

 
La conocía desde que era pequeña pero no la había visto desde hacía muchos años. Se proclamaba atea y quería conocer algo sobre el Zen porque, como remarcó: los budistas no creen en dios. Hablamos durante casi una hora.

- ¿Por qué crees que no hay dios?, le pregunté.

- ¿Por qué debería creer que hay un dios cuando no hay evidencia de ninguno? ¿Dónde hay un dios que pueda ver, tocar, escuchar, o sentir de cualquier otra forma? Creer en Dios es creer en una ilusión.

- ¿Así que quieres decir que como no puedes percibir a Dios con tus sentidos Dios no existe? le pregunté.

- Soy una persona racional y enfatizó "racional" (por cierto que mircea eliade dice con muy buen tino que el hombre meramente racional es una pura abstracción)

- ¿Y qué sucedería si alguien pudiera percibir a Dios? le pregunté.

- Entonces se están engañando a sí mismos.

- ¿Cómo lo sabes? seguí con el razonamiento. ¿Qué pasaría si sus conocimientos les permitieran percibir a dios y los tuyos no?

- Bueno, creo que si hubiera un dios sería capaz de percibirlo. ¿Qué conocimiento podría alguien tener que yo no tengo?

- ¿Recuerdas cuando eras una niña pequeña -le pregunté-, cuando el mundo parecía confuso y tal vez un poco terrible?

- Sí, dijo mientras me miraba un tanto extrañada por cambiar de tema, después continuó la conversación. Recuerdo cuando estaba asustada en mi habitación. Imaginaba que debajo de la cama vivían perros guardianes que me protegerían de noche.

- ¿Sigues teniendo perros guardianes bajo la cama por la noche?
Rió.

- Bueno, entonces estarás de acuerdo en que la comprensión y el conocimiento pueden cambiar a medida que crecemos, ¿no?

- Sí. dijo, quizás imaginando a dónde estaba yendo con mi razonamiento.

- Entonces, ¿por qué quieres creer que no hay dios, cuando, de hecho, puede ser posible experimentarlo? ¿Podría ser que hubiera alguna satisfacción, tal vez alivio, en la incredulidad en dios?

Dijo que no estaba segura de hacia dónde quería ir.

- La mente es algo divertido, comencé. A no ser que se encuentre en un modo receptivo parece que no se permite aprender o conocer cosas nuevas. Cuando adopta una opinión sobre algo, niega la posibilidad de cualquier nuevo conocimiento que descanse fuera de su compresión actual. Hay muchos ejemplos de esto en la historia de la raza humana, ejemplos que la mayoría de nosotros conocemos; por ejemplo, fue décadas después de que los científicos y exploradores mostraran que el mundo no era plano cuando la gente se lo creyó. A la mente no le gusta desprenderse de sus creencias. Incluso hoy en día hay algunos pocos que se niegan a creer que el hombre haya puesto un pie sobre la luna. Pueden ser una pequeña minoría, pero insistirán en que alguien que crea en esas cosas estará entregándose a vuelos de fantasía. ¿Deberíamos creerles?

Los grandes descubrimientos ocurren cuando la mente se estira más allá de los límites del conocimiento existente. La teoría de las fuerzas de Isaac Newton, la teoría de Einstein de la relatividad especial, la teoría de los quarks de Gell-Mann, sus contribuciones a la ciencia pueden estar fuera de duda hoy en día, pero pasaron muchos años antes de que sus pensamientos fueran considerados explicaciones plausibles de la naturaleza, incluso por sus colegas. Ninguno de estos hombres sabían dónde les llevarían sus incursiones en los terrenos no explorados de la mente. Sus descubrimientos estaban tan alejados de la colectiva mente científica de su tiempo, que incluso tuvieron que invertar nuevas matemáticas para describir y explicar sus de otra forma increíbles descubrimientos.

- ¿Pero cómo puedo no creer en dios sin creer en dios?, preguntó. Hay creencia y hay incredulidad, uno cree en algo o no.

- ¿Crees que Einstein 'creía' en la relatividad especial antes de descubrirla? le pregunté. ¿Sabías que confesó que no creyó en ella incluso después de descubrirla? Pero eso no hizo que desapareciera; no afectó el hecho de la relatividad especial. Lo que creía no provocó ningún tipo de diferencia. Así es la realidad. Está ahí la creas o no.

Se quedó mirándome en silencio durante unos momentos... La realidad es independiente de lo que creamos... musitó para sí.

- Cuando quieres ir a la tienda coges las llaves y vas a tu coche. ¿Necesitas creer en tu coche para conducir hasta la tienda? Dos pasos de distancia separan a la creencia de la realidad de lo que se cree. Cuando hablamos de creencias hablamos solo de creencias, no de otra cosa las creencias crean su propia realidad. La creencia es la respuesta dualista de la mente a una idea o percepción. La realidad solo puede percibirse directamente, antes de que la mente la filtre. Una vez que el cerebro interpreta la realidad, la nueva realidad es solamente la interpretación. Este es el primer paso de distanciamiento. Cuando la mente finaliza su interpretación, la comprueba para ver cómo encaja con el resto de las experiencias que ha procesado a través de los años. Dado que la mente en inherentemente dualista, es decir, que categoriza las cosas como verdaderas o falsas, buenas o malas, correctas o erróneas, coloca la opinión sobre la interpretación. Este es el segundo paso de distanciamiento. Una vez que hemos llegado aquí, tendemos a perder cualquier contacto que pudieramos haber tenido con la realidad que dio origen al episodio entero. En vez de ver una pila de latas usadas y montones de vasos de plástico en una esquina de la calle, vemos un "montón de basura"; en vez de simplemente ver a un hombre caminando por la calle vemos a un "infeliz vagabundo".

- ¿Estás diciendo entonces que no deberíamos creer en nada? ¿No enseñamos a nuestros hijos qué creer y qué no creer para que puedan sobrevivir en el mundo cuando sean adultos?

- Cuando enseñamos nuestras creencias a los niños, ¿no nos limitamos a enseñar nuestras creencias? ¿No son las creencias abstracciones de lo que es real? Les leemos a nuestros hijos una historia sobre animales de granja y aprenden algo de ello. Después les llevamos a una granja y ven y sienten un cerdo o un caballo. De eso aprenden algo más. Cuando se hacen más grandes tal vez los montamos en un caballo y les dejamos cabalgarlo, o les dejamos que alimenten a los cerdos y a los patos. Ellos aprenden más aún sobre los animales de estas experiencias. Ahora bien, si les quitamos todas estas experiencias a medida que crecen y solo les contamos historias sobre animales de granja, solo los conocerían por abstracciones de las historias. ¿Hay diferencia entre estos dos tipos de conocimiento? Realmente no, pero hay una diferencia en lo que se conoce. ¿No tendrán fe los niños que únicamente han crecido con historias en que estas están basadas en una realidad subyacente en que efectivamente hay en el mundo animales de granja aunque nunca los hayan visto, tocado, olido o alimentado?

La fe, sin creencia, nos prepara psicológicamente para encontrar lo real que aún no ha sido vislumbrado. Por esta razón en muchas religiones se enseña la fe en Dios como un medio de prepararnos para un encuentro con Dios. Una vez que se encuentra al real, la fe y la creencia desaparecen como el capullo de una mariposa. El escudo protector de la fe ya no es necesario. El niño que crece solamente leyendo sobre animales de granja adquiere fe en su existencia, pero más tarde, tal vez después de vivir en un granja durante unos años, simplemente conoce sobre los animales de granja. La fe no está implicada. Para él, la idea de tener fe en la existencia de una vaca es ridícula.

Algunos budistas pueden decir que creen en Dios, otros pueden decir lo contrario, pero la realidad de Dios es independiente de cualquier cosa que cualquiera pueda creer o no creer. Las religiones del mundo dan testimonio del deseo universal que tiene nuestra mente para realizar lo que es más grande que ella. ¿Cómo describimos algo que no guarda relación o semajanza con nada? ¿Lo llamamos Dios, Naturaleza búdica, Alá, Jehová, Nuestro Padre Celestial, o le atribuimos a esa misteriosa esencia de la que hablamos un sonido como "Om"? En realidad, solo son formas de referirse a algo que desafía a todas las formas de referencia.

Dijo que ella no había pensado antes en las cosas de esta manera, y después preguntó cómo encajaba el Zen con todo esto.

- En Zen meditamos para ser capaces de mirar profundamente en nuestra propia naturaleza para trascender el limitado ego. Los pensamientos, cuando son filtrados a través del ego, conducen al argumento, y el argumento trae el conflicto y la confusión. La contemplación conduce al entendimiento y en última instancia a la sabiduría. No importa lo que la gente nos diga, o lo que podamos pensar sobre esto o aquello. No podemos esperar realizar a Dios con nuestros pensamientos o por medio de una creencia incuestionada. Pero cuando podemos volvernos vacíos de yo, la cuestión de Dios desaparece por completo. Llamamos a esto Unión Divina o Samadhi.

Dejé de hablar y permanecimos en silencio durante un breve tiempo. De repente pareció muy cansada.

Dejar irse a las ideas que tenemos sobre lo cierto y lo falso del mundo en el que vivimos es difícil, incluso doloroso. Aquellos que hemos recorrido este camino lo comprendemos como una muerte: la muerte del ego, el fallecimiento de nuestro sentido de existencia como una entidad independiente, separada de todo. El Buddha realizó que es debido a nuestro sentido de separación que nosotros, los seres humanos, sufrimos. El, al igual que muchos otros después de él, fue capaz de trascender su alienada existencia samsárica. El Nirvana, explicó, se encuentra vaciando nuestra mente de su equipaje; sus apegos. El esfuerzo es por completo interno. Requiere perseverancia y una fe constante en que el esfuerzo rendirá frutos.

Lo hace.

11 pensamientos +:

Comando Dharma dijo...

Por mi parte me declaro agnóstico.
Si existe Diós, mi capacidad de percepción es bastante limitada, por poner un ejemplo es como querer pescar angulas con una red para merluzas, los agujeros de la red son demasiado grandes por lo que en el caso de que existieran angulas en el lugar donde hecho mis redes nunca seria capaz de saberlo.
Por mi experiencia, la practica de Zazen aumenta mi capacidad de percepción (no solo a nivel de los sentidos sino también en lo que respecta a la intuición), o sea hace que los agujeros de mi red sean cada vez más pequeños.

Como escuche en una película, a un maestro le preguntaban si creia en la existencia de fantasmas, a lo que él respondia: "No existen, pero son muy peligrosos para la gente que cree en ellos".

Para no perder más el tiempo a ese tipo de preguntas Budha respondia con el silencio o con la historia de un soldado que herido por una flecha quería saber antes de que lo curaran de que estaba hecha la flecha, como era el arco que la tiró, qiuén la tiró, como se llamaba el General que mandaba las tropas enemigas.... a lo que su médico le contestaba, VAMOS A CURAR TU SUFRIMIENTO, despues ya habrá tiempo para preguntas.............

GYOKO

nubeaguablog dijo...

Muy interesante tu artículo y el comentario Gyoko.Entender a Dios con la razón o intentar encontrarlo a través de ella me parece que es como comerse la sopa con tenedor, (magistral el ejemplo de la red!).
Hay otro problema y es que las palabras y los conceptos a base de usarlos pierden su verdadero significado.
En mi caso cuando me preguntan, si creo o no creo,contesto igual que Jose Luis Coll (el bajito de Tip y Coll) cuando le preguntaron si era cierto el rumor de que estaba "enrollado" con Naomi Campbell: "No te digo ni que sí ni que no"

Luis Cano Ruiz dijo...

Todo el mundo necesita ver para creer. Aunque ese ver sea observar la sonrisa de otro cuando haces algo bueno (hay quien a eso le llama dios). Pero no hay evidencias, no suficientes. ¿Cómo se puede alguien atrever a depositar lo más importante que tiene (el concepto y la conciencia de uno mismo), en manos de algo que se vuelve humo en nuestro entendimiento?

Dicho de otro modo, yo no puedo aceptar que exista algo que "revolotee" en otra "dimensión" (que no sea tangible).

Sé que suena radical, pero creo que ante argumentos de DIOS ES TODO, sólo se puede apelar a las evidencias para decir que DIOS es únicamente lo que uno cree que dios es.

p.d: Creo que me he hecho un pequeño lío, pero sabrás perdonarme.

Siddharta dijo...

Ane, muy interesante la conversación y tu intento de abrir la mente de tu amiga, que siempre es positivo! Y aprecio también vuestros comentarios. Y a pesar de considerarme un enamorado de Jesucristo, filosóficamente soy mas bien agnóstico, muy cercano a Gyoko (creo que en la más estricta tradición budista, en este aspecto). Por cierto, esto de "algo que revolotea en otra dimensión" me hace mucha gracia, pero los físicos lo usamos mucho hoy en dia para intentar entender el Universo. Bueno, al final quizás también nos hacemos un pequeño lio (je, je, je ...).

Pero para mi lo fundamental antes de decidir si Dios existe o no, es preguntar: ¿Qué es Dios? Todo el mundo habla de si Dios existe o no, y nadie dice que es Dios. Entonces, es hablar por hablar.

Un abrazo a todos.

mikaela dijo...

No es mío, lo encontré hace no menos de diez años dando vueltas como siempre.

De todos modos la entrada tenía trampa. Por jugar: si de pronto cambio la palabra "dios" por "tao"... a lo mejor lo vemos más claro.

Tienes razón, siddharta, nadie dice a qué se está refiriendo con "dios".

Lo bueno es que nos vemos en mataró (creo) dentro de poco. ¡Tengo una ganas!

Siddharta dijo...

Ane, he tenido (y tengo todavía) unos dias de trabajo frenético. Después de la cueva, me esperaba un montón enorme de trabajo.

Efectivamente, si cambias "dios" por "tao" yo, al menos, ¡lo veo mucho más claro!

Espero que nos veamos en Mataró ¡Tengo muchas ganas de conocerte!

Anónimo dijo...

A veces, cuando pienso en algún tipo de “Dios” y cómo entender su existencia, me viene a la cabeza la idea de la relación de los animales y los hombres. Ninguna comparación claro, simplemente surgió una relación de ideas. El ejemplo de los perros, nos entienden, nos obedecen “o no”, nos aprecian, pero no tiene un verdadero conocimiento de lo que somos. No son capaces del tener el suficiente coeficiente intelectual para saber que somos más inteligentes y sabemos muchas más cosas de ellos que ellos de nosotros. Nunca el perro pensará que somos más inteligentes, que estamos en un nivel evolutivo superior. De la misma manera, el hombre no piensa que existe una escala superior de evolución, o de lo que sea, que al igual que el hombre convive con el perro el hombre convive con…

mikaela dijo...

Esto es lo que quiero decir con "las ideas brillan cuando los amigos conversan".

Nunca lo había pensado en la forma que lo has hecho, anónimo. Y me encanta recibir el regalo de una nueva forma de pensar.

gasshô por eso

Anónimo dijo...

Realmente muy pobre el discernimiento.A discernimiento pobre , percepcion pobre. .Anteojeras para el que pregunta y anteojeras para el que responde .No esta alli ,tampoco aqui.Bla bliblas de poder, alaraca pura para hacerse ver.Aquel que encontro Esto , ni se cuestiona lo Otro.¿ POR QUE? Nunca , jamas puede ser pensado.Esta dicho:''Duermo cuando estoy cansado y como cuando tengo hambre''

mikaela dijo...

Traducido al castellano: que la conversación te parece una bobada de gente de escaso discernimiento.

Puede ser, puede ser... no puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo :)

Kyosaku dijo...

Olvidad a Dios.
Que no es eso, Que no es eso...
No se puede inventar un dios, o seguir la tradición de lo que nos enseñaron que era Dios.
Y después preocuparnos porque no cumplimos las reglas DE NUESTRA INVENCIÓN, Y SENTIRNOS CULPABLES.

Ya se que esto a algunos les enfada ,pero:
mas zazen

Publicar un comentario