Preparando Rôhatsu

Rôhatsu sesshin, 4-8 diciembre 2004, La Morejona (IV)

Cuarto día, diez de la mañana (Silencio.)

once de la mañana
Luego viene el segundo mondo del Zazenshin, tan famoso como el primero entre Nangaku y Basô

Basô está haciendo zazen, Nangaku le pregunta: "Estás haciendo zazen. Pero ¿qué objetivo tienes al hacerlo? ¿Por qué haces zazen? ¿Con qué intención haces zazen?"

Dogen explica que el kanji que corresponde a la palabra 'intención' quiere decir al mismo tiempo esbozo, dibujo, en tanto que pintura e intención, en tanto que proyecto. Es decir: la imagen de Buda y el hecho de convertirse en buda. Por eso dice: "Elegid el dragón de verdad en vez de el dragón esculpido." El verdadero Buda, la verdadera postura.

Basô contesta: "Es con la intención de llegar a ser Buda."
Entonces Nangaku coge una teja y se pone a pulirla con una piedra.
Basô, intrigado, le pregunta: "¿Qué haces?"
"Estoy puliendo una teja para hacer con ella un espejo."
Basô le vuelve a preguntar: "¿Cómo se podría hacer un espejo puliendo una teja?"
Nangaku: "¿Cómo se puede llegar a ser Buda practicando zazen?"

Este mondo es muy conocido. Desde entonces lo han comentado todos los maestros.
También Sensei, claro.

Practicar zazen es diferente a sentarse en la vida cotidiana. Cualquiera que haga la prueba por primera vez puede comprender subjetivamente qué es zazen, qué es Buda.

Daishi escribió este poema:
Antaño interpretaba que la nieve cubre la montaña.
Hoy me doy cuenta de que la montaña se cubre de nieve.

La comprensión subjetiva y la comprensión objetiva coinciden exactamente. Es, al mismo tiempo, comprender que puliendo una teja con una piedra no puedes hacer un espejo, que practicando zazen no haces un Buda y que, sin embargo, la práctica es pulir la teja. Buda que pule a Buda.

Dogen explica que la teja no puede convertirse en espejo, que, incluso si el espejo se hubiera hecho con ese método de pulido, no hay ninguna relación entre ambos. Los que se equivocan a este respecto son incapaces de comprender la sustancia del agua, incuso mirándola, o la sustancia de la montaña, incluso contemplándola.

Dogen dice: "Tenedlo claro. Como no conocéis al Buda ni lo comprendéis aún viéndolo, no conocéis el agua ni la montaña aún viéndolas."

Este mondo, este Zazenshin toca el corazón mismo de nuestra práctica, el corazón mismo de esa noche en la que el Buda despertó.

Sensei, el maestro Deshimaru, dice: "Incluso si se trata de una teja o de un espejo, debemos estudiar las diferentes razones implicads en el acto de pulir. Descubriremos muchas verdades y sutilezas de este koan. Pretendiendo expresar la esencia del satori, el viejo espejo o el espejo puro no pueden llegar a ser un verdadero espejo sólo por el hecho de ser pulidos."

Tened paciencia. Mañana es el último día. La ceremonia es homenaje al Buda, las ordenaciones y luego os iréis a vuestra casa. La experiencia de tener paciencia es muy importante. Es ser uno con Buda que tuvo paciencia durante toda la noche, uno con Bodhidharma, nueve años en su cueva. Es el mismo tiempo, el mismo Buda, la misma postura, la misma teja, el mismo espejo. El antiguo espejo en el que se han reflejado todos los budas.

Hemos construido aquí un bello dojo. Ha hecho falta mucho samu. Hemos encontrado un tambor muy bello. Pero todo eso no es importante. Sólo el espejo que refleja el espejo. Sólo el espejo que sigue reflejando.

cinco de la tarde
Dogen dice: "Elegid el verdadero dragón más que el dragón esculpido. Sin embargo, tenedlo claro, ambos, el verdadero dragón y el dragón esculpido, tienen el poder de hacer que llueva. No veneréis lo lejano. Tampoco lo menospreciéis. Familiarizaos con lo lejano. No menospreciéis lo cercano. Tampoco lo veneréis. Familiarizaos con lo cercano. No os toméis a la ligera los ojos, tampoco les deis demasiada importancia. No deis demasiada importancia a las orejas, tampoco os las toméis a la ligera. Haced que vuestras orejas y vuestros ojos estén claros y límpidos."

Kodo Sawaki dice: "Los ojos deben permanecer abiertos pero son ojos que no hacen nada." Permanecer abierto pero no hacer nada, eso es exactamente zazen. Disponible pero sin actividad.

Las orejas están sólo en el mismo plano que los hombros. No debemos pensar que el mundo de nuestra mente de zazen es lejano y que nuestro cuerpo de zazen es cercano. Cuando los ojos están entreabiertos, no existe ni demasiado cercano ni demasiado lejano. No concentrarse en lo lejano pero tampoco mantenerse ajeno a ello. No os concentréis sólo en las orejas que oyen lo lejano. No os concentréis sólo en lo cercano.

También está el mundo en el que los ojos oyen y las orejas ven, en el que los ojos oyen sin depender ni ignorar lo cercano ni lo lejano, en el que las orejas ven sin depender ni ignorar lo que es cercano y lo que es lejano.

De esta manera podréis llegar a ser íntimos con ese Alguien que nos sostiene.

Que te ilumine la clara luz de los Budas y los Patriarcas quiere decir estudiar a fondo y practicar ingeniosamente esta postura sentada.

Las personas no iluminadas imaginan que la clara luz de Buda debe ser como la luz del sol, como el brillo de las joyas o los destellos del fuego. Sin embargo, el sol, la luna y el fuego son sólo aspectos que se muestran según el ciclo de los renacimientos. No pueden compararse de ninguna manera con la clara luz de Buda.

La clara luz de Buda consiste en escuchar y mantener una única palabra en el corazón; escuchar y mantener una única enseñanza; transmitir zazen, la meditación sentada en toda su pureza.

ocho y media de la tarde
Llegamos a la última noche de esta sesshin. Algunos han tenido muchos problemas con su cuerpo. A menudo el maestro Deshimaru decía en el kusen: "Yo os ayudo a practicar, a no correr tras vuestros pensamientos, a no correr tras vuestras ilusiones."

Todas esas tensiones son nosotros mismos. No aparecen siempre. Zazen no las crea. Zazen sólo las pone de manifiesto. el egoísmo, la cólera, los celos, todo está inscrito con fuerza en los órganos internos, en las células. Y en una sesshin, ¡psss!, surgen. Están ahí y no las vemos. Ver, es importante; no correr tras ellas. Ver, oir el propio cuerpo, el propio espíritu.

No dar demasiada importancia a las tensiones, a nuestro espíritu, pero tampoco tomárnoslo a la ligera. De todas las maneras, concentraos en la espiración. Cuando el sufrimiento desciende al bajo vientre, libera.

A nadie le gusta sufrir, todo el mundo quiere ser feliz, no tener dolor. A veces se sufre. Lo importante es la forma, la manera de aceptar nuestro sufrimiento de ser humano, sin dejarnos sumergir por él. No buscarlo, tampoco escapar de él. Familiarizarnos, comprender el propio cuerpo y el propio espíritu.

Suzuki decía: "Estáis sentados muy derechos, no os inclináis ni del lado del nirvana ni del lado del sufrimiento. Estáis totalmente ahí. Todo el mundo puede sentarse y practicar así."

Nuestro sufrimiento también es el espejo de Nangaku. Comprendedlo, observadlo pero no caigáis dentro de él. Permaneced sentados muy derechos.

Comprenderser íntimamente, no en tanto que feliz o desgraciado, dolor o no dolor, cansado o no cansado, sino en tanto que zazen.

Dogen decía: "Es el único apoyo que me ha transmitido mi maestro."

0 pensamientos +:

Publicar un comentario